martes, 13 de diciembre de 2022

 POEMA 

 Damos comienzo con la herida que abre mi pecho, 

aquellos problemas infantiles sin ningún sentido 

fríos y duros días de dolor y sufrimiento, 

una niña llorando en un rincón solitario. 

Esperanzas dañadas por una espada ardiendo, 

con fines de acabar con el pensamiento propio 

dándolo todo por una atención con fin marchito, 

para obtener un flameante ramo con ajenjo. 

Con falsas promesas con palabras de color vacío,

 siendo que nunca podrán conseguir un propósito 

queriendo ser los más poderosos de este mundo, 

son aquellos señores con un poder ilimitado. 

Dos brisas de colores distinto que nacen del mismo

 unos toques de armonía conjunta con ánimo, 

dos líneas que bailan al son de un sordo músico 

unos trazos de colores que deslumbran el lienzo

 Hay grupos que piensan en su convencimiento, 

días en los que lo veneran sin progreso alguno 

siendo que nunca se ha visto en carne y hueso, 

algunos piensan que no existe en el cielo. 

Jornadas que llegan a terminan con un retraso, 

días que sirven para mejorar sin ningún descanso 

queriendo hacer intentos y alcanzar el sueño, 

pueden ser sueños frustrados en un pobre niño.

 El final del sentimiento y el pensamiento,

 siendo este un final para el viejo 

ciclo no quieres ir a la luz, pero no puedes con esto 

te despides de tu ser y vuelves al nuevo ciclo.

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