SIN
DESTINO
Fueron días de alegría,
se recuerdan con
nostalgia,
miras el ayer y te hacen
falta
todo lo que hubo en él.
Sus ojos son azules como
el agua.
Su cabello es dorado
como los rayos del sol.
Cada vez que escucho su
voz,
suena una linda canción.
La política es
emocionante como la guerra,
y no menos peligrosa,
en la guerra podemos
morir tan solo una vez
y en la política otras
muchas.
No sabemos qué es el
arte pero,
como muchas otras cosas
en la vida,
sabemos qué no es.
De las falsas certezas,
el arte no suscribe
ninguna.
Sólo hay dos clases de
personas coherentes:
las que gozan de Dios
porque creen en él
y los que sufren porque
no le poseen.
No tengo miedo a la
muerte,
pero no tengo prisa por
morir.
A lo que sí le tengo
miedo,
es al trance, el ir
hacia allá.
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