Así es, en este año
2020 hemos tenido que afrontar al COVID-19, una
enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más
recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes
de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
Esta
enfermedad se ha ido reproduciendo cada vez más y más hasta que ha llegado a
ser una pandemia mundial, siendo los másafectados España e Italia en marzo,
abril y mayo, hoy en día los más afectados son Estados Unidos, India y Brasil
con casi 7 millones de contagiados en EE. UU.
Una
persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por
el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las microgotas
procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona
infectada tose o exhala. Estas microgotas caen sobre los objetos y superficies
que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19
si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la
boca. También pueden contagiarse si inhalan las microgotas que haya esparcido
una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a
más de 1 metro de distancia de una persona que se encuentre enferma. Hoy en día
la OMS sigue buscando la vacuna, pero los expertos dicen que allá por el 2022
puede que se haya encontrado y sea fiable.
Los síntomas del COVID-19 más comunes son: fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes
pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o
diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas
personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal,
son asintomáticos. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera
de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.
Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad
grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen
afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos
o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En
torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las
personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar
atención médica.
Respecto
a mi experiencia personal, he pasado esta cuarentena en mi pueblo desde el 15
de marzo hasta el 9 de septiembre, en mi pueblo cerraron todo y teníamos que
suministrarnos de supermercados de otros pueblos de alrededor, en todo este
tiempo hemos hecho cualquier cosa para entretenernos y distraernos, yo por
suerte no lo he pasado mal por tener la suerte de vivir en un pueblo pequeñito
y poder salir más que en Albacete. Por suerte mi familia y yo estamos sanos y
salvos de momento porque parece que nos van a volver a confinar, esperemos que
no y que seamos responsables.
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