ZEUS
Este rey de los dioses,
llamado Zeus, se casó con Hera, estableció su morada en el monte Olimpo y
gobernó Grecia y la parte de Oriente de donde descendían sus ancestros, siendo
célebre por su valor, su prudencia y su justicia.
Fue el dios del trueno,
el relámpago y el rayo y ocupó el primer lugar entre las divinidades
greco-latinas, siendo su culto el más extendido.
En su altar se ofrecían
sacrificios de animales, como la cabra, el cordero y el toro blanco, pero nunca
se sacrificaron humanos.
La harina, la sal y el
incienso eran también ofrecidos en los rituales y el olivo y la encina eran los
árboles consagrados a él.
Era un dios generoso,
franco, entusiasta y con gran sentido del humor y la justicia.
Zeus es el dios Júpiter
de los romanos, es el que sostiene el universo por medio de una serie de luchas
y con sus dones de clarividencia, poderío y conocimiento todas las cosas.
Este dios era
representado con un aspecto majestuoso, con barba, sentado en su trono y
sosteniendo en la mano derecha el rayo y armado de dos flechas, y esta
representación así como otras que le adjudicaban, simbolizaban sus poderes.
La diosa Hera era la
esposa de Zeus y también su hermana; por lo tanto era además hija de Rea y
Cronos y hermana de Poseidón, Hades, Deméter y Hestia.
El mito relata que Zeus
se enamoró de Hera y la engañó disfrazándose de un ave, el cuclillo.
Para su casamiento
fueron invitados todos los dioses, todos los hombres y todos los animales.
Asistieron todos, con excepción de la ninfa Quelona que por esa razón fue
convertida en tortuga.
Pero Hera no vivió mucho
tiempo con Zeus, debido a su maltrato y sus constantes disputas y hasta
guerras. Un día llegó a colgarla con una cadena de oro entre el Cielo y la Tierra con un yunque en
cada pie y cuando uno de sus hijos quiso liberarla Zeus le dio un puntapié que
lo hizo caer del Cielo a la
Tierra.
Además Zeus le era
infiel a Hera, provocándole muy crueles celos y rencores.
Hera no era tampoco una
mujer muy virtuosa, tenía mal humor constante y también tuvo relaciones
amorosas con muchos hombres, además de conspirar para destronar a su marido.
La leyenda cuenta que
Hera se bañaba todos los años en una fuente que la tornaba virgen.
Hera concibió muchos
hijos de manera alegórica, comiendo lechuga o tocando una flor o extrayendo de
la tierra los vapores que acogía en su seno.
Se preocupaba mucho por
su belleza y pretendía ser la más bella del Olimpo. Se dedicaba a presidir los
casamientos y los nacimientos y en Roma también controlaba la moneda.
Realizó muchos prodigios
y tomó muchas venganzas e inspiró gran temor y respeto. Su culto se extendió
hasta Asia, llegó a África a través de Egipto y en todas partes se podían
encontrar templos dedicados a esta diosa.
Héctor
Cerdán Viedma 1 D bilingüe
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