VULCANO
Vulcano o Hefesto – como fue
llamado por los griegos, fue concebido por Juno, la esposa de Zeus. Sin
embargo, fue engendrado por la madre, en un momento de cólera y venganza contra
las infidelidades de su poderoso marido. Cuando nació fue una gran decepción,
su cuerpo era feo y deforme, exactamente lo contrario de lo previsto por la
vanidosa Juno. Ella quería presentar a todo Olimpo una hermosa y perfecta
criatura, fruto de su soledad, avergonzando así a Zeus. Pero al verlo así, tan
terrible, decidió arrojarlo por la borda sin que nadie supiera de su nacimiento
y existencia. En el fondo del mar, Tetis y Eurínome se apiadaron de él y
decidieron criarlo. A los nueve años, partió hacia su destino. Ya era en esa
época un habilidoso artesano de los metales, del fuego y de la forja. Fue
conocido entre los griegos como el artesano divino. Fue representado en
pinturas y esculturas como un hombre feo, con una larga barba, la piel luminosa
de sudor, un gorro puntiagudo en la cabeza y las manos sobre el martillo. De
acuerdo con las descripciones de los poetas griegos antiguos Vulcano trabajó
febrilmente en su taller en la boca del volcán de la isla de Lemnos. Vulcano
tenía muchos ayudantes que hicieron uso de sus herramientas creadas. Mencionan
a dos mujeres vivas realizadas en oro por el maestro, dotadas de voz y destreza
manual. Él es responsable de la creación y producción de la armadura de
Hércules, el cetro de Agamenón, las flechas de Apolo, el escudo de Aquiles, la
corona de Ariadna, el cetro y los rayos de Júpiter, y rica joyas para las
diosas. En una ocasión Vulcano decide vengarse de la madre que lo rechazó
cuando era recién nacido. Fabrica un trono de oro hermoso, capaz de hipnotizar
a los dioses más importantes por su belleza. El trono se envió sin destinatario
a Olimpo. Todos los dioses se reunieron a su alrededor asombrados por la
difícil tarea de su realización. Juno, alertada por rumores, hizo un
seguimiento de la ubicación de la obra. Tan impresionada como el resto de
dioses decidió sentarse. Allí permanece durante horas, admirada por todos los
dioses. Pero, al llegar el anochecer Juno se queda sola e intenta levantarse.
Percibe entonces la trampa, queda presa y en un gesto de desesperación comienza
a gritar despertando a todos los del palacio, incluido su marido Zeus. Los dioses
se convocan pero nadie logra romper el encanto del trono de oro. Inmediatamente
averiguan que el responsable de la artimaña fue Vulcano. Zeus solicita a Baco
que visite la isla volcánica de Lemnos para traer al dios vengativo. Baco sólo
consigue su propósito después de embriagarlo con vino. Después de despertar,
Vulcano exige que únicamente liberará a su madre si la mano de Venus, la más
hermosa de las inmortales, le fuera dada en casamiento. Después de largas
horas, Zeus decide acatar el pedido del dios herrero. Venus se casa con Vulcano
pero le traiciona con incontables dioses, incluyendo a Marte, el dios de la
guerra. Cuando ella lo engañó con Marte también fue víctima de una trampa de
Vulcano. El dios de metal formó una fina red y con ella envolvió a los amantes
durante su reunión íntima con el fin de mostrarlos a todos los dioses del
Olimpo y exponerlos al ridículo. Vulcano produjo diversas obras metálicas, ya
fueran para adornar, embellecer, proteger o vengarse. Fue él quien construyó la
primera mujer, Pandora. Para el rey Minos de Creta, creó un bronce gigante
capaz de llegar a las altas temperaturas y protegerse de los enemigos de la
isla. El tutor agradó al rey y fue de gran ayuda durante muchos años.
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