Hidra de Lerna
La Hidra de Lerna, en la mitología griega, era
una serpiente acuática de enorme tamaño, un aliento venenoso y múltiples
aterradoras cabezas que moraban en las profundidades del lago Homónimo cerca de
Nauplia, bajo sus aguas había una entrada al inframundo que la Hidra tenía
encargada de cuidar.
La Hidra de Lerna era una criatura muy parecida a una
serpiente, pero esta bestia acuática poseía más cabezas y contaba con una
respiración abruptamente venenosa que la hacía muy peligrosa, sin embargo, Heracles se encargó de
acabar con ella durante uno de sus doce trabajos.
Origen
Esta fabulosa Hiedra de Lerna era descendiente de Tifón y
de Equidna, siendo criada por Hera
a la sombra de un plátano, la diosa le infundio su odio por Heracles.
Se decía que era hermana del León de Nemea y que por esa razón
deseaba tomar venganza contra el héroe, pues este era quien había acabado con
su vida en el primero de sus doce trabajos, tan grande era su odio por Heracles
que Euristeo la eligió como segunda labor expiatoria para el hijo de Zeus.
Muerte de la Hidra de Lerna
Heracles fue instruido para matar a la Hidra de Lerna, la
bestia poseía ocho cabezas mortales y una novena en el centro que era inmortal.
Con Yolao conduciendo, Heracles se dirigió en carro hacia Lerna
y allí hallo a la Hidra sobre una elevación contigua a las fuentes de Amimone
donde ella había anidado.
Arrojándole lanzas de fuego fue obligada a salir y cuando lo
hizo logro atraparla, pero esta se aferró a él envolviendo uno de sus pies y
Heracles no pudo librarse golpeándola con su maza, porque apenas aniquilaba a
una cabeza, crecían otras dos en su lugar.
Un cangrejo gigante vino directo a socorrer a la Hidra de
Lerna y mordió el pie de Heracles, razón por la que lo mató y pidió la
ayuda de Yolao.
Este último, hizo unas antorchas que uso para incendiar una
porción de los bosques y también para quemar los muñones de las cabezas, así
estas no volverían a crecer.
Cuando se solucionó el problema, Heracles derribo la cabeza
inmortal, la cual enterró y cubrió con una pesada roca, despedazando así el
cuerpo de la Hidra de Lerna y llenando sus flechas en el veneno.
Alejandra García, 1ºESO,D.
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