lunes, 31 de octubre de 2022

 

Ciberhéroe

Parece que cada época en la historia brinda a las personas una oportunidad para hacerse ricas o para aumentar su poder. De esta forma, en tiempos de la Reconquista, los caballeros e hidalgos batallaban contra los musulmanes para conquistar territorios, obteniendo así gran fama y riqueza. Llegada la edad moderna, eran muchos los españoles como Hernán Cortes que se embarcaban a la aventura para obtener riqueza en las Américas, mientras que en los inicios de la revolución industrial fueron astutos burgueses los que invirtieron en nuevas tecnologías lo que llevó a algunos a formar grandes empresas que a día de hoy amasan exorbitantes fortunas y que han marcado una diferencia en nuestra sociedad. Misma historia se repitió en la época del imperialismo y con el auge de la bolsa, sin embargo, hoy en día es algo muy distinto lo que puede proporcionar a una persona un poder inconcebible, dándole la capacidad de influir en la vida de miles de millones de personas, de golpear a empresas multimillonarias sin que estas puedan reaccionar e incluso de derrocar gobiernos y regímenes. Hablamos de la informática, un aspecto que ha definido el siglo XXI y que no tiene interés por dejar de crecer. Nadie piensa en la informática como algo negativo ya que, a simple vista parece algo inofensivo que solo ha mejorado nuestras vidas, sin embargo, hay personas que conocen este mundo minuciosamente y saben de sobra que la informática es el arma más grande que existe. 

Una de estas personas es el conocido como Nate Gentile, un joven que antes de llegar a los treinta años y aunque nadie se haya percatado, ya había tenido más repercusión que muchos presidentes de grandes países. Es bien conocido que hay individuos que usan sus amplios conocimientos en esta materia para enriquecerse y llamar la atención, los denominados “hackers”, sin embargo y aunque podamos definir a Nate como un hacker, él no comparte los mismos fines que estos pues él ya cuenta en su curriculum con numerosas actuaciones que han ayudado a decenas de empresas y, por ende, a millones de personas, aunque todas estas empresas le consideren una amenaza. Por nombrar alguna de ellas, cuando la plataforma de YouTube era invadida por miles de usuarios, en su mayoría controlados por robots, que intentaban estafar a la gente, Nate desarrolló un programa que identificaba estos usuarios falsos para eliminarlos y se lo entregó a YouTube, quien lo implementó, pero denuncio a Nate por tener conocimientos críticos sobre el código fuente de YouTube. Otro ejemplo fue cuando detectó una vulnerabilidad en la aplicación Facebook tras investigar durante semanas. 

En esta ocasión Nate mantuvo sus buenas intenciones e informó a la empresa de fallo, quienes pagaron el trabajo de Nate bloqueando su cuenta e interponiendo otra demanda. Afortunadamente para Nate, sus buenas intenciones no significan que sea confiado, pues él ha logrado proteger su identidad tan eficazmente que ninguna de estas demandas ha llegado a tener efecto. Todas estas acciones han tenido un impacto sustancial, pues si otra persona hubiese encontrado dicha vulnerabilidad en Facebook, podría haber accedido a la información privada de millones de personas, sin embargo, esto no es nada comparado con la marca que dejaría con su último proyecto.

Todo empezó a principios de este siglo, cuando él tenía tan solo tenía quince años. A esa edad él era todo un experto de los ordenadores; sabía perfectamente como funcionaban y como utilizarlos para su propio interés. De esta forma, un día que se encontraba experimentando con sus capacidades informáticas, Nate elaboró un plan para derribar los servidores de Yahoo! Mediante un ataque DDOS, o por sus siglas en español denegación de servicio distribuida, con el propósito de establecer su pagina web en un dominio ya existente. Para realizar este ataque, Nate infectó a una inmensa cantidad de ordenadores con un virus de tal forma que, cuando él dio la orden, todos estos ordenadores intentaron acceder a la Yahoo! Lo cual colapsó sus servidores debido a la descomunal cifra de peticiones que la plataforma tenía que gestionar. Al final, Yahoo! cerró durante una hora, pero Nate no logró establecer su página web. No solo eso, sino que Nate tenia una lista adicional de ataques cibernéticos contra distintas plataformas y paginas web, ataques que se efectuaron accidentalmente junto al de Yahoo!.En total, se estima que todos los ataques supusieron un total de pérdidas de más de mil millones de dólares. A raíz de esto, organizaciones internacionales como la CIA empezaron a buscarle sin ningún éxito. Incluso el gobierno de Estados Unidos movió cielo y tierra para encontrar al culpable ya que la mayoría de las empresas afectadas eran estadounidenses. Aun así, esto le sirvió a Nate para darse cuenta del poder que ostentaba y que sus acciones podrían acarrear grandes consecuencias, además, emitió un comunicado disculpándose ante los afectados y ayudó de forma anónima a que algo así no se repitiera. Después de este hecho, Nate se mantuvo en el anonimato ayudando a mejorar la seguridad de internet y de otras aplicaciones como las ya mencionadas. Sin embargo, acabo dejando de realizar estas labores ya que nadie reconocía su trabajo y por mucho que él hiciese, los ataques DDOS y otros ataques cibernéticos eran cada vez más frecuentes. Por ello, decidió dejar de lado el mundo de la ciberseguridad para crear una página web que distribuyera de forma gratuita lecciones sobre como protegerse de amenazas en internet. Dedicó varios años ha este proyecto el cual empezó a ganar cierta fama y fue justo cuando la pagina web se dio a conocer cuando empezó a recibir interminables ataques DDOS provenientes de hackers a quienes no les interesaba que la seguridad de internet mejorase. A esto se le sumó que ese mismo año se produjo un ataque cibernético contra una planta nuclear iraní la cual no llegó a explotar por poco. Aunque no se produjera una catástrofe, el evento puso el mundo patas arriba e hizo saltar todas las alarmas. Por un lado, Irán culpó a Estados Unidos del ataque ya que este quería evitar que Irán completase su programa nuclear, pero Estados Unidos negó la acusación y reprochó la seguridad de las centrales nucleares iraníes. Este fue el punto de inflexión para Nate, quien estaba arto de que se usara la informática como arma y no como herramienta y estaba dispuesto a cambiar las cosas. Sabía que se trataba de una labor titánica, pero él ya había hecho cosas que en otro momento parecían imposibles así que se puso manos a la obra para idear un método que acabara con todos los ataques informáticos. Tras varios meses meditando, llevó a la conclusión de que la mayoría de ataques informáticos, incluidos los famosos DDOS, eran llevados a cabo mediante virus informáticos que se transmitían entre dispositivos. Con esto en mente, sabía que su objetivo sería detener la propagación de virus informáticos lo cual seguía siendo increíblemente difícil. Sin embargo, esto no llevó a Nate a dejar de intentarlo y siguió pensando una solución, al fin y al cabo, resolver problemas es la mayor cualidad de un informático. Sabía que estos virus son muy difíciles de eliminar y que mucha gente que usaba ordenadores no era experta en esto por lo que era prácticamente imposible cumplir su objetivo con la colaboración de las personas. 

Un día, descubrió que uno de sus ordenadores tenía instalado un software malicioso que recopilaba todas las teclas que pulsaba. Afortunadamente, Nate no había introducido ninguna contraseña en ese ordenador, pero fue este hecho el que le dio la solución a su problema. Descubrió que la mejor forma de combatir un virus era mediante otro virus que lo neutralizase. De esta forma, Nate se puso manos a la obra para desarrollar un software que detectase otros virus, que los neutralizase, que fuese muy difícil de detectar y eliminar y que no tuviese un gran impacto en el rendimiento de los ordenadores infectados. Una tarea colosal sin duda, pero él no se rindió en ningún momento y, después de dos años, Nate había terminado el virus. Inmediatamente empezó a propagarlo mediante las redes sociales y contenidos pirata. El virus era tan sofisticado que ningún antivirus lo consideraba sospechoso y, tras unas semanas, Nate recibió la noticia de que entorno a la mitad de dispositivos digitales de todo el mundo estaban infectados. Nate no paró ahí y siguió incentivando su propagación. También logró infectar a muchos hackers que se reunían en foros y páginas o que utilizaban ciertas aplicaciones ya que el virus de Nate también era capaz de eliminar otros virus antes de su propagación. Al cabo de unos meses, se dejaron oír noticias de ataques cibernéticos y Nate investigó en foros de hacker donde todos se preguntaban porque sus ataques no funcionaban. Eso puso muy contento a Nate, quien había instalado una funcionalidad en su virus que le permitía ver que ataques cibernéticos eran rechazados y estos se contaban ya por miles. Todo iba genial hasta que un día recibió una notificación de que su virus había denegado un ataque masivo contra infraestructuras informáticas chinas proveniente de Estados Unidos. 

Días más tarde, la Casa Blanca emitió un comunicado diciendo que todos sus ordenadores habían sido infectados con un virus muy peligroso que no podían eliminar y que iban a encontrar al creador como fuese. Nate se sentía a salvo ya que sabía ocultarse muy bien, sin embargo, antes del ataque de Estados Unidos, la CIA llevaba un tiempo buscando al responsable del ataque a Yahoo! y tenían pruebas que respaldaban que Nate podía ser el culpable, además, la CIA llevaba tiempo rastreando sus acciones y sabía que Nate tramaba algo lo cual le situaba como el mayor sospechoso. Un día, mientras Nate se encontraba haciendo la compra cerca de su residencia en Canadá, gracias a un sistema de seguridad que había desarrollado, recibió un aviso en su móvil de que estaban asaltando su casa. Rápidamente utilizó las cámaras de su domicilio para ver que ocurría y pudo ver a diez policías canadienses armados hasta arriba con fusiles y chalecos antibalas. Nate no dudó ni un instante y salió corriendo para buscar un taxi que le llevara lejos de allí. Su objetivo ahora era volver a ocultarse, pero para ello tenía que salir del país lo antes posible, aunque esta tarea fuese casi imposible ya que todos los policías en los aeropuertos estaban buscándolo. Para remediar esto, Nate hizo uso de sus dotes para falsificar un pasaporte y cambiar su aspecto lo máximo posible. Ya en el aeropuerto, Nate consiguió pasar los controles sin ningún problema y voló hasta Italia. Cuando se subió en el avión pensaba que ya todo se había acabado, pero fue al llegar al aeropuerto de Italia cuando tuvo lugar el episodio más tensó. Al bajar del avión unos policías que estaban haciendo controles rutinarios decidieron interrogar a Nate porque estaba nervioso y parecía ocultar algo, como realmente era, el tema es que, afortunadamente, los agentes no estaban buscando a Nate, sino que buscaban a pasajeros que transportasen narcóticos. De esta forma, tras revisar el equipaje de Nate, le dejaron irse, sin dejar de cuestionarse su extraña actitud. A partir de aquí, nadie volvió a saber nada de Nate. 

Él siguió viajando para evitar ser pillado y el virus nunca fue neutralizado y contagió a todos los dispositivos del planeta lo cual terminó por convertir a la informática de una vez por todas en la herramienta más favorable para el ser humano.

CARLOS, 1ºBACH-B.

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