domingo, 30 de marzo de 2014

TEXTO NARRATIVO

El marido tuerto
Narración VI - El heptamerón

Margarita de Navarra
Sutileza de una mujer que hizo evadirse a su amigo cuando su marido, que era tuerto, iba a sorprenderles
 
Hubo una vez cierto mayordomo de Carlos, el último duque de Alençon, que había perdido un ojo y estaba casado con una mujer mucho más joven que él, y a quien su señor y su señora amaban tanto como merecía por el puesto que ocupaba en su casa; y no podía ir tan frecuentemente como hubiera querido, a ver a su mujer. Esto dio ocasión a que ella olvidara su honor y su conciencia y se enamorase de un hidalgo, amores que a la larga hicieron tanto ruido que el marido acabó por enterarse, pero no podía creerlo por las grandes muestras de afecto con que su esposa lo recibía.
Aun así, un día, pensó que debía hacer una prueba y vengarse, si podía, de quien le hacía tal afrenta. Para conseguirlo fingió que se iba a cierto lugar próximo para dos o tres días. Creyéndose que había ido, su mujer envió a buscar a su amante, y no habría pasado ni media hora cuando llegó su marido, que llamó fuerte a la puerta. Ella, conociéndolo, advirtió a su amante, que hubiera querido estar en el vientre de su madre y que maldecía de ella y del amor, que lo habían colocado en semejante peligro. Aquélla le pidió que no se preocupase y que ella encontraría el modo de hacerle salir sin vergüenza ni daño y que se vistiese lo más rápidamente posible.
Mientras tanto, el marido llamaba a la puerta y gritaba tan alto como podía. Ella fingía que no lo conocía y gritaba al criado:
-¿Por qué no os levantáis y vais a hacer callar a los que llaman a la puerta? ¿Son éstas horas para venir a molestar a casa de gentes de bien? ¡Si mi marido estuviera aquí ya os guardaríais!
El marido, al oír la voz de su mujer, la llamó lo más alto que pudo:
-Esposa mía, abridme. ¿Me vais a hacer permanecer aquí hasta el amanecer? -y cuando vio que su amigo estaba en condiciones de salir, abrió la puerta y empezó a decir a su marido.
-¡Oh, esposo mío!, qué contenta estoy de que hayáis venido; estaba soñando algo maravilloso como no se puede imaginar. Soñaba que habías recuperado la vista de vuestro ojo -y abrazándolo y besándolo lo cogió por la cabeza y tapó el ojo bueno mientras le preguntaba:
-¿No veis mejor que de costumbre? -y mientras no veía ni gota hizo salir a su amigo, lo que el marido sospechó y le dijo sin poderse contener:
-Mujer, nunca más estaré a tu acecho, pues queriendo engañarte he recibido el engaño más fino que nunca se ha inventado. Dios quiera castigarte, pues no hay hombre que pueda dar órdenes a la malicia de una mujer si no es matándola. Pero ya que el buen trato que te he dado no ha podido servir para tu enmienda, puede ser que el despecho que te demostraré de hoy en adelante te castigará.
Y diciendo esto se fue y dejó a su mujer muy desolada.
Mas después, por oficios de parientes, amigos, excusas y lágrimas, aún volvió a su casa junto a ella.
FIN



AUTORA:

MARGARITA DE NAVARRA

Reina consorte de Navarra; hija de Carlos de Orleáns, conde de Angulema, y de Luisa de Saboya siendo por lo tanto hermana de Francisco I de Francia.
Nació en Angulema el 11 de abril de 1492. A los cuatro años perdió a su padre Carlos VIII. Fue educada por su madre, que le dio una compleja educación sobre todo lingüística, ya que aprendió español, italiano, latín, griego y hebreo. Era según testimonios, además, bella, noble, afable y simpática. En 1509 casó con Carlos III, duque de Alençon y condestable de Francia; enviudó en 1525. Llegó a ser el centro de la corte de Francia. Cuando Francisco I cayó prisionero de los españoles no dudó en trasladarse a Madrid, a la corte de Carlos V, para negociar la libertad de su hermano. En 1527 volvió a casarse, esta vez con Enrique II de Albret, rey legítimo de Navarra. Entre los años 1521 y 1524, Margarita se identificó con un movimiento místico fundado en las proximidades de París, y desarrolló una extensa correspondencia con Guillermo Briqonnet, correspondencia que acabó de publicar (en su primera parte) Cristina Marteau y Miguel Veissiere.
En 1525, Margarita publica su primera obra, El Diálogo, en forma de extraña visión nocturna, y de extraordinariamente difícil interpretación. Dadas sus simpatías por los protestantes su casamiento no fue bien visto entre los católicos. En sus castillos de Pau y Nérac se relacionaba con los humanistas sospechosos de herejía e incluso con Calvino. Sus inquietudes le llevaron a escuchar a diversos filósofos y teólogos con preferencia sobre los escolásticos. Su hermano Francisco I llegó a reprocharle su conducta pero no su esposo Enrique. Margarita prosiguió su obra literaria con su escrito Le miroir d'une âme pécheresse (1531) que condenó la Facultad de Teología en 1532. Esto dio lugar a que el colegio de Navarra de París representara una obra cómica misógina en que se hacía burla y ponía en ridículo a una mujer entregada a disertar sobre herejías. En represalia real, el colegio fue tomado a viva fuerza, encarcelados sus directores y encerrado en prisión Beda, síndico de la Facultad de Teología. Incluso se obligó al rector a que retirara la condena del libro de Margarita. Juan Oria, erudito estellés autor de una tesis sobre Margarita, desenmascara en su trabajo la acusación de protestantismo esgrimida por la Corte española contra la reina navarra:
"a lo largo de toda la obra de Margarita de Navarra no se refleja en absoluto una temática de tipo protestante, aunque también es cierto que reformadores como Calvino se llegaron a refugiar en la corte de Navarra (1534). No obstante, pronto tuvo que abandonar la corte a causa de sus ideas intransigentes. Al pueblo de Navarra, al de los dos lados de la frontera, se le trató de hacer creer entonces, y se le ha venido explicando a lo largo de la historia, que la reunificación fue imposible por la presunta amenaza del protestantismo. Sin embargo, este peligro fue la estratagema utilizada por el entonces emperador Carlos V para retener y consumar la ocupación del territorio de Navarra. Y por su lado, el rey Francisco I decidió mantenerse al margen de la cuestión, puesto que no le convenía sacrificar sus intereses en Italia. Sacrificando la reunificación del Reino, los Albret no se cansaron de maniobrar hasta conseguir que Enrique IV entrara en Notre Dame de París, donde fue coronado rey de Francia, y donde según la leyenda llegó a decir aquella pragmática frase de "París bien vale una misa". Para Navarra se perdió una ocasión muy favorable de reunificación y en vista del fracaso de sus gestiones, Margarita decidió retirarse desilusionada en su Reino de Navarra, donde dedicó sus últimos días (1493-1549), a la composición y recopilación de su importante obra literaria".
Margarita murió en Odos-en-Bigorre el 21 de diciembre de 1549. Dos años antes de morir se publicó Marguerites de la Marguerite de princesses (1547), pero la obra cumbre y más célebre es su famoso Heptameron des Nouvelles de tresillustre et tresexcellente Princesse Marguerite de Valois, Royne de Navarre, remis en son vray ordre, confus auparavant en su première impression; et dedié à tres illustre et tresvertueusse Princesse Jeanne, Royne par Claude Gruget, parisien (1559). El título de su primera edición fue Histoire des amants fortunés dediés à très illustres Princesse Madame Marguerite de Baurbon, duchesse de Nivernois (1558).
Fueron también famosas otras obras suyas como Contes et nouvelles(Amsterdam, 1698), Lettres de Marguerite d'Angouléme (París, 1641-42). Sus obras completas fueron publicadas en 1852. Cuando se consideraba definitiva la obra de Margarita, Abel Lefranc encontró en la Biblioteca Nacional 12.000 versos inéditos que componían dos obras dramáticas, Trop Prou y Mont de Marsan, diez epístolas y dos poemas, La Navire y Les Prisons, y buen número de canciones que se publicaron bajo el título Les derniéres poésies de Margarite de Navarre (1896). Del Heptameron se han hecho sucesivas ediciones por toda Europa. VeáseHeptameron. Oria concluye, refiriéndose a esta literata renacentista neoplatónica, que, por su tolerancia, extraordinaria preparación cultural, sensibilidad y afán de ayudar a todos los movimientos científicos, poéticos, filosóficos y religiosos de vanguardia de la época, Margarita de Navarra está considerada por muchos historiadores como "la Médicis del Renacimiento en Francia".






ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN:

-Narrador:
El narrador (quien cuenta los hechos), es un narrador en tercera persona ausente, ya que únicamente ve lo que sucede, y no penetra en los pensamientos y sentimientos de los personajes.

-Personajes:
Los personajes principales son los que componen el matrimonio, es decir, el mayordomo del duque Carlos (el marido tuerto),  y su mujer. A su vez, el primero sería el protagonista y la segunda, la antagonista.
Los personajes secundarios serían los duques, el criado y el amante de la mujer.
La mujer sería un personaje redondo, ya que, cuando es descubierta con su amante, ella escarmienta y no le será de nuevo infiel a su marido (se supone), sin embargo el resto de personajes son planos ya que siguen igual tanto al principio como al final de la historia.
Sin embargo, el marido sería un personaje tipo, ya que es un poco ingenuo porque  no se cree que su mujer le pueda ser infiel, y cuando se entera, acaba perdonándola.

-Argumento:
Una mujer le es infiel a su marido y cuando este la sorprende, ella intenta engañarlo tapándole el ojo bueno (ya que es tuerto), pero, sin embargo sospecha y los pilla.

-Tema:
Sutileza de una mujer que hizo evadirse a su amigo cuando su marido, que era tuerto, iba a sorprenderles.

-Espacio:
Es real, se trata de un pueblo de  la época de la autora.

-Tiempo:
El tiempo externo, es decir, el tiempo en el que se sitúa la acción es durante la Edad Moderna, más o menos, ya que aún existían los hidalgos.
El tiempo interno, es decir, la duración de la acción, es un tempo lento, ya que va desde que la mujer empieza a verse con el amante, hasta que el marido le perdona la infidelidad.



ESTRUCTURA DE LA NARRACIÓN:
-Se trata de una novela cerrada, ya que el marido perdona la infidelidad de su mujer y continúan sus vidas juntos, lo que supone un cambio importante para los protagonistas.
Se trata de una estructura lineal:
-El planteamiento: Comienza cuando se dice que la mujer le es infiel al marido.
-Nudo: Cuando el marido vuelve a casa antes de lo esperado y descubre a los amantes.
-Desenlace: Cuando, pese a todo, el marido perdona a su mujer.
Los acontecimientos suceden en orden cronológico y no hay ningún salto en el tiempo.



ESTILO NARRATIVO:
Es directo, ya que los diálogos se encuentran de la siguiente forma:
-Esposa mía, abridme...



CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS:

La mayoría de los verbos que utilizan se encuentran en presente, sin embargo también utiliza algunos en pretérito perfecto simple (como por ejemplo: se fue y la dejó desolada).


Sara Moreno López

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