miércoles, 17 de octubre de 2018


ESTAMOS TRABAJANDO EL "CANTAR DEL CID" EN 1º 

DE BACHILLERATO. LOS ALUMNOS HAN HECHO UN

 PEQUEÑO ESTUDIO DE DISTINTOS ASPECTOS DE 

ESTA OBRA FUNDAMENTAL DE LA LITERATURA 

ESPAÑOLA. AQUÍ OS DEJO UNA MUESTRA:




El camino del cid
El Cid es uno de los grandes mitos literarios españoles, el personaje literario está basado en un personaje histórico: Rodrigo Díaz, un guerrero castellano que vivió en el siglo XI.
La trascendencia del Cantar de mío Cid fue tan grande que durante mucho tiempo se creyó que lo que contaba el poema había sucedido en realidad. Y así, muchos viajeros desde el siglo XIX, comenzaron a seguir las huellas del Cid utilizando como guía el Cantar de mío Cid y fundiendo, de nuevo, la realidad con la leyenda.

EL DESTIERRO
Estatua del Cid, en Vivar del Cid (Burgos): desde aquí partió Rodrigo hacia el destierro, según cuenta el Cantar, "con lágrimas en los ojos" El Cid fue en vida un guerrero temido y un poderoso señor de la guerra con grandes aptitudes como estratega y como diplomático. Los apodos por los que es conocido los obtuvo por méritos propios: "Cid" proviene del árabe y quiere decir "señor"





Esta primera parte de la ruta del Camino del Cid cubre el viaje que realizó el famoso caballero desde Vivar del Cid (Burgos) hasta la villa de Atienza (Guadalajara).

TIERRAS DE FRONTERA
el Camino del Cid prosigue por los puntos que entonces delimitaban la frontera entre los dominios musulmanes y cristianos. Un territorio donde comenzó a forjar su leyenda guerrera el Cid Campeador. Comienza en Atienza (Guadalajara) y finaliza en Ateca (Zaragoza). Cuenta, además, un ramal que conduce de Villaseca de Henares hasta la ciudad de Guadalajara.
LAS TRES TAIFAS
El Cid logró reunir un ejército numeroso y fuerte, que se movía libremente por la zona de las taifas (reinos árabes) de Toledo, Zaragoza y Albarracín. El tercer tramo del Camino del Cid discurre entre las localidades de Ateca (Zaragoza) y Cella (Teruel), por las poblaciones que antiguamente quedaban enmarcadas en esos territorios.

              


LA CONQUISTA DE VALENCIA
Según el Cantar del Mío Cid, Cella fue el lugar elegido por el famoso caballero para reunir un ejército con el que conquistar la ciudad de Valencia. Este cuarto tramo del Camino del Cid recrea aquella aventura que comenzó en Cella (Teruel) y finalizó con la toma de Valencia.


LA DEFENSA DEL SUR
El quinto tramo de la ruta del Camino del Cid nos muestra los castillos y fortalezas levantadas por el Cid para defender el territorio conquistado en Valencia de los ataques almorávides. Un recorrido que nos llevará de la ciudad de Valencia a Orihuela, el punto más al sur hasta donde se extendió la influencia del célebre caballero medieval.
Cintia, 1º Bach.


MÉTRICA Y ESTILO DEL CANTAR DEL MÍO CID
El Cantar del Mío Cid es un Cantar de Gesta anónimo, el más antiguo conservado casi íntegramente. Narra las hazañas en los últimos años de vida de Rodrigo Díaz, el Cid Campeador, desde el momento en que cae en desgracia ante Alfonso VI hasta su muerte, pasando por sus momentos de mayor gloria. La versión conservada se cree que fue compuesta alrededor del año 1200. El cantar se divide en tres partes: 1º Cantar del destierro, 2º Cantar de las bodas y el 3º Cantar de la afrenta de Corpes. Métrica En el cantar los versos son irregulares, oscilan entre los 10 y 20 sílabas, aunque predominan los versos con 13,14 y 15 sílabas con hemistiquios de 6,7 y 8 sílabas, es decir, que el verso se divide en dos partes por una pausa en el centro . Los hemistiquios son casi siempre combinados de esta manera : 7+6 o 7+7 o 7+8. Los versos están agrupados por tiradas que hablan sobre una misma idea o un mismo tema y las cuales tienen una asonancia más o menos continua, es decir que mientras transcurren los versos la asonancia es más o menos igual. Suele cambiar cuando cambia la narración. (Algunos investigadores indican que se acentúa dos veces por hemistiquio)
"Yo ruego a Dios e al Padre spirital,
 vos, que por mi dexades casas y heredades,
enantes que yo muera algun bien vos pueda far,
 lo que perdedes doblado vos lo cobrar."


Estilo
 • El cantar se transmitía oralmente por juglares. • En muchos versos del cantar no hay narrador omnisciente, pero la narración la hace un personaje que ve lo que él mismo narra. • En el cantar se utilizan epítetos que facilitan al oyente las características de los personajes a los que se refiere por ejemplo: "Cid Campeador, el de la luenga barba...". • También se utiliza el estilo indirecto el cual da realismo. En ocasiones predominaban expresiones de los juglares para captar la atención del público como: "vos diré..." • Las figuras retóricas no son complejas y ayudan a aumentar el dramatismo. • El cantar tiene cierta importancia ya que, los personas y los lugares se pueden conocer en la historia y geografía. • Tiene un tono épico, las acciones que hace el Cid son comunes en un héroe, que defiende su honor y es presentado como una persona con muchas virtudes.
Carmen, 1º Bach.


DIFERENCIAS ENTRE EL CID HISTÓRICO Y EL CID LITERARIO

-¿QUIEN ERA EL CID?
 El famoso Cid Campeador fue Rodrigo Díaz de Vivar, caballero castellano leal a la corona de Castilla. Se ganó el título de Cid Campeador debido a sus numerosas victorias en combate, además se hizo con el dominio de su propia mesnada, conquistó Valencia y estableció allí un señorío independiente hasta el día de su muerte.

 -EL CID HISTÓRICO Rodrigo Díaz nació en Vivar una aldea de Burgos y la fecha de su nacimiento es desconocida. Era hijo de Diego Laínez, que destacó durante la guerra con Navarra librada en 1054, reinando Fernando I de Castilla y León. Rodrigo se crió como miembro del séquito del infante don Sancho, el primogénito del rey. Fue éste quien lo nombró caballero y con el que acudió al que posiblemente sería su primer combate, la batalla de Graus en 1063.

La imprevista muerte de Sancho II hizo pasar el trono a su hermano Alfonso, que regresó rápidamente de Toledo para ocuparlo. Rodrigo no dudó en prestar juramento al hermano de éste, Alfonso VI, de no haber participado en dicha muerte, como requisito para alcanzar la corona de Castilla y éste le entregó como esposa a una prima suya, Jimena Díaz. En 1079, Don Rodrigo fue enviado a Sevilla para cobrar las parias – tributo en razón del vasallaje que, anualmente, ese reino de taifa pagaba al rey castellano. Tuvo un enfrentamiento con un noble burgalés, quien, al regresar a Toledo, acusó al Cid de haberse apropiado de gran parte de los impuestos cobrados al rey al-Mu’tamid (1068-1091), lo que no era cierto. Sin embargo, sin recibir un juicio esclarecedor, el monarca castellano le desterró. El Cid, entonces, deja a su esposa en el monasterio de San Pedro de Cardeña, y se marcha en compañía de otros caballeros La imprevista muerte de Sancho II hizo pasar el trono a su hermano Alfonso, que regresó rápidamente de Toledo para ocuparlo. Rodrigo no dudó en prestar juramento al hermano de éste, Alfonso VI, de no haber participado en dicha muerte, como requisito para alcanzar la corona de Castilla y éste le entregó como esposa a una prima suya, Jimena Díaz. En 1079, Don Rodrigo fue enviado a Sevilla para cobrar las parias – tributo en razón del vasallaje que, anualmente, ese reino de taifa pagaba al rey castellano. Tuvo un enfrentamiento con un noble burgalés, quien, al regresar a Toledo, acusó al Cid de haberse apropiado de gran parte de los impuestos cobrados al rey al-Mu’tamid (1068-1091), lo que no era cierto. Sin embargo, sin recibir un juicio esclarecedor, el monarca castellano le desterró. El Cid, entonces, deja a su esposa en el monasterio de San Pedro de Cardeña, y se marcha en compañía de otros caballeros castellanos afines con sus correspondientes mesnadas. Después de haber sido rechazado en Barcelona, encontró el respaldo necesario en el reino taifa de Zaragoza, poniéndose al servicio del rey Ahmad I (1046- 1082), de la dinastía Hud, junto al cual combatió contra el Conde de Barcelona Berenguer Ramón II, el Fratricida (1082-1096), a quien venció e hizo prisionero en dos ocasiones (Almenara, 1082; y Tévar, 1090). El Campeador limitó sus planes a seguir cobrando los tributos valencianos y a controlar algunas fortalezas estratégicas que le permitiesen dominar el territorio, reedificó en 1092 el castillo de Peña Cadiella donde situó su base de operaciones No obstante, volvió al Levante y, como primera medida, puso cerco al castillo de Cebolla en noviembre de 1092. Se convirtió en el señor de Valencia, le imputó a la ciudad un estatuto de justicia equilibrado, restauró la religión cristiana y al mismo tiempo renovó la mezquita de los musulmanes, convirtiéndola en una catedral, se rodeó de una corte de cristianos, árabes y gentes eminentes en el mundo de las leyes. A finales de 1097 el Campeador ganó Almenara y el 24 de junio de 1098 logró ocupar la poderosa plaza de Murviedro, que reforzaba notablemente su dominio del Levante. Sería su última conquista, pues apenas un año después, posiblemente en mayo de 1099, el Cid moría en Valencia de muerte natural, cuando aún no contaba con cincuenta y cinco años (edad normal en una época de baja esperanza de vida).Aunque la situación de los ocupantes cristianos era muy complicada, aún consiguieron resistir dos años más, bajo el gobierno de doña Jimena, hasta que el avance almorávide se hizo imparable. A principios de mayo de 1102, con la ayuda de Alfonso VI, abandonaron Valencia la familia y la gente del Campeador, llevando consigo sus restos, que serían inhumados en el monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña. Acababa así la vida de uno de los más notables personajes de su tiempo, pero ya entonces había comenzado la leyenda.




-EL CID LITERARIO La figura histórica de Rodrigo Díaz de Vivar se convirtió en personaje literario en los mismos orígenes de la épica castellana. Aparece por primera vez en el llamado Cantar de Mío Cid, protagonizando una serie de hechos durante el reinado de Alfonso VI de Castilla. La proximidad en el tiempo y en el espacio a estos sucesos permitió al autor anónimo del poema presentar con gran fidelidad histórica la personalidad del héroe. Rodrigo es prototipo de vasallo fiel y sumiso a la voluntad del rey y al mismo tiempo un hombre enmarcado en el ambiente familiar, social y político de su época. Como guerrero lleva a cabo las mayores hazañas y como hombre de corte vela por el exacto cumplimiento de las normas jurídicas de su tiempo. Destaca sobre todo la dimensión humana del héroe, que acentúa el verismo del Cantar. El autor resalta en todo momento la humanidad del cid, su elevado concepto de la honra y del vasallaje y su proverbial mesura. Es un héroe equilibrado y sereno, grave y reposado, profundamente religioso, guerrero aventajado y excepcional sin salirse nunca de la medida humana. En ese sentido contrasta fuertemente con la idealización de los personajes de la épica francesa. Otros cantares de gesta más tardíos vuelven a tratar el tema cidiano. El Cantar de Fernando I, el Cantar de Sancho II y el Cantar del Cerco de Zamora, conocidos gracias a las prosificaciones de las crónicas, lo hacen de forma marginal, mientras que el llamado Cantar de las Mocedades del Cid, vuelve a tener a Rodrigo como protagonista. Este poema se aleja del verismo del viejo Cantar e introduce numerosos elementos de fantasía. En él aparece por primera vez el conflicto dramático entre Jimena y el cid, responsable de la muerte del padre de su futura esposa. El Romancero hace de las acciones del cid uno de sus temas favoritos. Los romances que tratan sobre este personaje son muy numerosos y la crítica los divide en tres grupos: romances de las mocedades de Rodrigo, del cerco de Zamora y del destierro. En general dan una visión del héroe bastante novelesca e idealizada, en la línea del Cantar de las Mocedades del Cid. Los que tratan del cid joven presentan un personaje altanero y soberbio que nada tiene que ver con el «mesurado» caballero del primer Cantar. No termina con la Edad Media la fortuna literaria del cid .El teatro español del Siglo de Oro, que tantas veces se inspiró en la tradición épica, lo tendrá presente en varias obras; así en la Comedia del Cerco de Zamora, de Juan de la Cueva y sobre todo en Las Mocedades del Cid de Guillén de Castro (1569-1631). Aunque el final es feliz, el nudo de esta comedia lo constituye la tensión dramática entre el amor y el deber del cid y de Jimena, envueltos en un conflicto de honor por la muerte, a manos de Rodrigo, del padre de aquella. En esta obra, Guillén de Castro lleva a cabo una verdadera dramatización de la materia épica, pues se inspira directamente en los romances. El mismo autor escribió después otra comedia, Las hazañas del Cid, inferior a las Mocedades. De ésta arranca la comedia del francés Corneille, Le Cid, que elimina bastantes episodios de la de Guillén de Castro; falta asimismo el ambiente épico, rico en lances, de la obra española. La literatura del s. XVIII apenas si repara en la tradición épica popular, si bien en el caso del cid la excepción es el poema de Nicolás Fernández de Moratín, Fiesta de toros en Madrid, en el que describe el valor y la gallardía del héroe al alancear un toro ante los sorprendidos ojos de los moros. Con el Romanticismo, la figura del cid adquiere mayor significación literaria, tanto en obras de creación como en estudios críticos sobre el personaje. La crítica romántica acentúa el carácter popular de la épica española y resalta de nuevo el valor del Cantar y del Romancero del Cid. En España tratan el tema autores como Zorrilla, Hartzenbusch y posteriormente Fernández y González (1821-88) y Eduardo Marquina, cuya obra, Las hijas del Cid se inspira directamente en el Cantar. En la literatura extranjera cabe citar, entre otros autores, a Victor Hugo, Leconte de Lisle (1818-94) y José María de Heredia, que escribieron poemas sobre el Cid, y a Delavigne (1793-1843), autor de la tragedia Las hijas del Cid.
-DIFERENCIAS A pesar de que el Cid es un personaje histórico real, en el Cantar está divinizado. Por lo tanto entre su vida y el Cantar del Mío Cid hay grandes diferencias. Y estas diferencias no hacen más que engrandecer a la persona del Cid.
-OPINIÓN Para algunos el cid puede llegar a ser un símbolo nacional en España, pero a mí me enseña cómo a pesar de tener a mucha gente en su contra supo vencer los obstáculos que se le ponían por el camino y se volvió un héroe. Es uno de los grandes personajes de su época.
Sandra, 1º Bach


PAPEL DE LAS MUJERES EN EL CANTAR DEL CID
Las mujeres que desempeñan un papel en la obra son tres: 
-Doña Jimena, mujer del Cid 
-Doña Sol y doña Elvira, hijas del Cid 
Como todo está centrado en la figura del Cid, las mujeres tienen una función accesoria y son funcionales a los objetivos del protagonista y del poeta. El héroe, a través de las hijas, logra obtener una posición económica y social mejor; el cantor se sirve de los personajes femeninos para enaltecer la figura del protagonista. 

El autor nos enseña los aspectos domésticos y familiares de la vida del héroe para subrayar su humanidad. No es casual que la acción central consista en el primer casamiento de sus hijas, que causará la venganza del Cid y nuevas bodas más ventajosas. Estos aspectos sirven también para crear una impresión de verosimilitud a nivel humano, que se relaciona con el concepto de “historicidad”. El poeta juega con las emociones para conmovernos y hacernos participar, llevándonos a una identificación emocional con los personajes. Por esto, las primeras bodas, la afrenta de Corpes, el juicio y los duelos (que casi van formando un clímax) representan el núcleo dramático de la historia. 

Muchas veces se cuentan los acontecimientos a través de los ojos de doña Jimena y de sus hijas (por ej. la entrada en Valencia). Se utiliza este artificio para subrayar momentos de gran dulzura y poesía, delicados y sugestivos, pero también porque los ojos de las mujeres son más sensibles y por esto todo se hace más grande, aun (y sobre todo) la figura del Cid. Además, las tres mujeres se impresionan mucho porque ven por primera vez una ciudad mora y, sobre todo, el mar, que para ellas tiene un valor exótico: esto nos da la idea de la imposibilidad para las mujeres medievales de moverse y viajar. En particular, al entrar en Valencia, los ojos tienen también otro valor: son los primeros ojos de mujeres cristianas que los hombres de la ciudad mora ven después de mucho tiempo.


Doña Jimena 

Todos los gestos del Cid hacia su familia, aun los más naturales, son enfatizados: así el hecho de que él deje toda su ganancia a la mujer antes de irse al exilio es considerado como un gesto de gran merced. Jimena, en este sentido, desempeña un papel muy importante, sobre todo con su conmovedora plegaria en la iglesia antes de que el Cid se marche. En su “Credo”, Jimena relaciona nuestro héroe con un ángel y coloca toda su acción en un plano universal, deseado por Dios y enaltece su figura a nivel sagrado.


Las hijas


También doña Elvira y doña Sol son utilizadas muy bien por el poeta, en su intención de subrayar las calidades humanas del protagonista. Las dos hijas son obedientes y son consideradas “peones en la lucha para el poder”. El Cid siente por ellas la ternura de un padre, pero las mueve como juguetes en el tablero de la guerra, como cualquier señor medieval hacía con sus mujeres.

Y en esto el Cid no tiene ninguna actitud especial o sagrada. Esto se puede ver muy claramente en las bodas de doña Elvira y doña Sol: 
· Sobre ambas bodas, el padre expresa dudas, no por la posible infelicidad de las hijas, sino porque hay diferencias sociales

 (el Cid pertenece a los infanzones, la categoría más baja de la nobleza)
· La ofensa de Corpes es considerada más como un daño económico y social del Cid que de las hijas, a pesar de que hayan sido físicamente maltratadas y abandonada por los maridos.
· Las segundas bodas se valoran sólo por la posición social, sin considerar la felicidad de las hijas y el fracaso de las primeras bodas, que fueron decididas de la misma manera. 

Los primeros maridos tratan a Elvira y a Sol como objetos, ya que son socialmente inferiores y los maridos se sienten autorizados a maltratarlas. No las matan, pero les dejan cicatrices como signo perpetuo de la ignominia, como si fueran criminales. El Cid no se desespera por esta ofensa, porque ve la posibilidad de venganza y de mejores bodas. El interés económico y social está por encima de todo y las mujeres son objetos sin valor, juguetes en las manos de una sociedad de carácter fuertemente “machista”. 

En definitiva, las mujeres en el Poema de mio Cid son prototipos femeninos típicos del Medioevo: son pasivas, raras veces tienen voluntad propia y siempre tienen que obedecer a su señor.


Actualmente parece que hemos avanzado mucho, o eso es lo que se quiere hacer ver ya que hemos salido de una época en que la mujer no tenía derecho ni si quiera a trabajar, y por fin se ha incorporado al mercado laboral. Pensamos que es suficiente con haber llegado hasta aquí ya que aparentemente es un signo de igualdad pero nos encontramos con más obstáculos como por ejemplo que nuestro salario sea menor que el de nuestros compañeros. El machismo se encuentra presente también en la publicidad asignando una serie de tareas por el género del que se trate, y lo peor de todo ya no es un simple anuncio ,si no a quien le asociamos estos papeles en nuestra vida diaria. En definitiva ser hombre o ser mujer no lleva consigo unas características predeterminadas que cada género deba cumplir, o unas etiquetas de cómo debemos ser, en sociedad deberíamos ascender por nuestros méritos y partir de una base igualitaria para ambos géneros. 

María G., 1º Bach.


LOS ENEMIGOS DEL CID

En este trabajo voy a hablar y a describir un poco cuales fueron los enemigos del cid.
Principalmente nombra a cuatro personas o grupos que son los enemigos del cid 4,los cuales son:
*Garcí Ordoñez
*Los infantes de Carrión
*Conde de Barcelona
*Los Árabes
*Otros

      GARCÍ ORDOÑEZ
     También conocido como García Ordoñez , este aparece como enemigo principal 
      del Cid. Garcí Ordoñez siempre se mostraba receloso por el incremento de
      poder del Cid. Ordoñez no soporta el aprecio de Alfonso VI hacia el Cid y a raíz de 
      ello Garcí Ordoñez busca siempre el mal. Es uno de los provocadores del destierro.
       *El conde de Nájera
       *"Conde don García"
       *Aristócrata
       *Quiere deshonrar al Cid ante el rey


    LOS INFANTES DE CARRIÓN
      Fernán González y Diego González. Eran más nobles que ricos, ambos tienen
        gran influencia en la corte y no simpatizan con el Cid. Los infantes de
        Carrión son parientes de García Ordóñez .
        En la primera intervención en la que los infantes de Carrión aparecen en el
        cantar se nos presentan como ambiciosos6 ,desaprensivos, clasistas e intrigantes.
        *Codiciosos, traicioneros y cobardes.
        *Representan los valores opuestos a los amigos del Cid.
        *Se casan con los hijos del Cid.

 ALFONSO VI
      
       -Destierra al Cid de su reino de Castilla.
       -Manda que las hijas del Cid se casen con los Infantes de Carrión.

RAMÓN BERENGUER II

    -El conde de Barcelona.
    -El Cid le cautiva.

REY YUSUF
   -El rey de Marruecos.
   -Ataca la ciudad de Valencia.

REY TAMÍN  
     -Rey de Valencia.
     -Ataca al Cid , porque el invade una de sus ciudades.



GONZALO ANSÚREZ
-Padre de los infantes de Carrión.

 ÁLVAR DÍAZ
   -Aliado con García Ordoñez


MARTA, 1ºBAC.

CARACTERIZACIÓN DE JUDÍOS, ÁRABES Y CRISTIANOS EN EL CANTAR DEL MIO CID
Los judíos
• La participación de los judíos en esta obra está muy poco valorada ya que su presencia en el verso es muy irrelevante. Pero gracias a pequeños datos que nos aporta la obra podemos saber algunos datos de estos en esta época.
• Los judíos llegaron a España con la invasión mora y se establecieron en diferentes partes del sur de España.
• Durante el reinado de Abderramán I, tuvieron una participación en la vida cultural, política y pública. Además estos tuvieron una gran actividad económica importante.
• Los judíos aprovecharon las facilidades del comercio y se beneficiaron por el Camino de Santiago el cual era conocido como el camino de los judíos.

Los árabes
La obra de la literatura española que cuenta las historias del héroe castellano, fue escrita por un poeta árabe según opinan academias españolas. Hay un pacto entre ellos confirman algunas personas en el cual el poeta escribe la obra para inmortalizar al Cid y este se compromete a respetar las creencias musulmanas de Valencia.
• Estos son claramente enemigos del Cid en la obra, contra ellos, tiene dos objetivos: Conseguir botín para mantener a su hueste y hechos gloriosos para recuperar su honra. Se enfrenta el Cid a los árabes en varias ocasiones como por ejemplo en la toma de Castejón, la toma de Alcocer o la toma de Valencia…
• Su célebre espada llamada Tizona era propiedad del rey Bucar que se la arrebató en la defensa de Valencia y su el caballo del Cid, Babieca, también lo gana en lucha contra los árabes pero se desconoce cuándo fue.
• En la historia real, señores árabes fueron servidos en más de una ocasión por el Cid y se destacan los servicios a la taifa de Toledo.


Los cristianos →
• La religión católica es la destaca principalmente en esta obra.
• Creían en la vida eterna después de la muerte en el paraíso o cielo.
• Se menciona a Dios como creador y padre glorioso, rey de reyes.
• Había un conflicto entre los árabes y ellos.
• El Cid y los españoles eran muy fieles al cristianismo pero a pesar de su gran fidelidad tenían agüeros.

Alberto, 1º Bach.

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