jueves, 30 de enero de 2014

Madrigal.

GUTIERRE DE CETINA. MADRIGAL.

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.


Gutierre de Cetina

SÍNTESIS DEL TEXTO:
·         Vocabulario:
Sereno: apacible, tranquilo.
Airado: Se aplica al modo de vida que es licencioso y desordenado.
Piadoso: Se aplica a la persona que siente pena o dolor hacia quienes sufren.

·         Elementos socio históricos:
·         Autor:
Gutierre de Cetina (1520-1557), de familia noble y acomodada, vivió largo tiempo en Italia, donde fue soldado a las órdenes de Carlos I. En ese país entró en contacto con la lírica petrarquista que tanto habría de influir en él.  Pasó largo tiempo en la corte del príncipe de Ascoli, al quien dedicó numerosas poemas, también frecuentó a Luis de Leyva y a Diego Hurtado de Mendoza. Adoptó el sobrenombre pastoril de Vandalio. En 1554 volvió Cetina a España y en 1556 marchó a México, donde había residido anteriormente durante 1546 y 1548 en casa de su tío Gonzalo López, quien fungía allí como contador general. Una vez en México al radicar en Puebla de los Ángeles; se enamoró de una tal Leonor de Osma, y en 1557, bajo su ventana fue asesinado por un rival celoso cuyo nombre era Hernando de Nava.

·         Sociedad:

En la España del siglo XVI, debemos partir de un hecho esencial: la inmensa mayoría de la población española era analfabeta. La cultura escrita era monopolio de una minoría culta, propia del clero y de la nobleza. En lo referente a las mentalidades, España vivió en este siglo el paso de una cultura humanista, influenciada por gentes como Erasmo de Rotterdam, que defendía una cierta tolerancia, a una cultura intolerante y represiva que tendrá su mayor concreción en el ideario del Concilio de Trento y en la labor de la Inquisición. La creación literaria estuvo fuertemente sujeta a la censura religiosa. La Inquisición se encargó de la represión y en 1559 el inquisidor general Valdés publicó el “Índice de libros prohibidos”. Prohibiendo muchas obras clave del siglo. Pese a ello, la literatura se vio poco afectada y la cultura española vivió una verdadera época de apogeo. Un género típicamente hispano como la picaresca alcanzó su culmen con obras como El Lazarillo de Tormes, el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Aunque El Quijote fue publicado a principios de la siguiente centuria, Miguel de Cervantes inició su labor literaria en el siglo XVI.

·         Obra:

Se trata de un cancionero petrarquista dedicado a una hermosa mujer llamada Laura Gonzaga. A tal dama está dedicado el famoso madrigal que ha pasado a todas las antologías de la poesía en castellano (este en concreto). En este cancionero abundan los sonetos cuya fórmula consiste esencialmente en la traducción de un pensamiento amoroso de Ausiàs March o de Petrarca en los cuartetos y un desarrollo posterior personal en los tercetos.


COMENTARIO

·         Tema: El tema trata principalmente sobre los ojos de una mujer muy hermosa, de la que el poeta está enamorado, y trata de ensalzarlos.
·         Estructura:
-Externa: El poema consta de tres estrofas:
En la primera, con el primer y segundo versos, se trata de una estrofa corta donde el poeta  habla sobre la belleza y dulzura de los ojos de la mujer.
En la segunda, desde el tercer al octavo versos, el poeta comenta que su amada le mira con desprecio y rabia, pero cuando no lo hace así, se ven más bonitos.
En la tercera, los dos últimos versos, empieza como la primera, ensalzando la belleza de sus ojos y termina pidiéndole que siga mirándolo.
-Interna:
Este poema tiene una estructura interna climática y anticlimática. Empieza ensalzando los ojos de su amada, pero luego habla que lo miran con desprecio, sin embargo en la última estrofa vuelve a ensalzarlos. Podemos ver un paralelismo en los versos primero y noveno, ya que ambos dicen “ojos claros, serenos,”, y también hay un cabalgamiento abrupto en el cuarto verso y sexto.

·         Nivel fónico:
La métrica de este poema es de diez versos heptasílabos y endecasílabos, con rima consonante y de arte mayor. También hay una aliteración con la palabra mirar en el tercer y décimo versos.

·         Nivel morfosintáctico:
Dominan los adjetivos que describen los ojos de la amada, como claros, serenos, dulce, airados, piadosos… El verbo que predomina es el verbo mirar.
Hay una anáfora en los versos primero y noveno, que empieza “ojos claros, serenos,”, y segundo y cuarto que empiezan “si”.

·         Nivel semántico:
El vocabulario es muy natural, se aporta tanto del cultismo como del vulgarismo, muy armonioso.
El verbo mirar se encuentra muy presente y conjugado de varias maneras.
También hay adjetivos que describen bien (serenos, claros, piadosos…) y otros que describen peor (ira, tormentos, rabiosos…).
Hay una hipérbole donde dice “si de un dulce mirar sois alabados”, ya que exagera su belleza hasta el punto que con solo mirar es alabada.
Hay una antítesis cuando dice “ ya que así me miráis, miradme al menos”, ya que contrapone dos ideas, es decir, que no quiere que le mire así, pero le sirve.
Hay una personificación cuando dice ¡Ay tormentos rabiosos!, ya que le atribuye a los ojos lo de ser unos tormentos.

·         Conclusión:
En este poema, el autor Gutierre de Cecina habla sobre los ojos de una mujer, que los describe como si fueran grandiosos y los más hermosos nunca vistos, sin embargo, también dice que le miran mal y con ira.
                                                                                                                  
·         Opinión:
A mi este poema me ha gustado ya que es bastante claro y fácil de entender. Además resalta la que yo creo que es la parte más bonita de las personas, los ojos, y le da igual que la mujer le mire mal, que él seguirá admirándola.



Sara Moreno López 1º CTC.

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