jueves, 30 de enero de 2014

Comentario soneto XIX Fernando de Herrera

COMENTARIO SONETO XIX FERNANDO DE HERRERA



Yo vi unos bellos ojos que hicieron
con dulce flecha un corazón cuitado,
y que, para encender nuevo cuitado,
su fuerza toda contra mi pusieron.
Yo vi que muchas veces prometieron
remedio al mal que sufro no cansado,
y que, cuando esperé verlo acabado,
pocas mis esperanzas e valieron.
Yo veo que se esconden ya mis ojos,
y crece mi dolor, y llevo ausente
en el rendido pecho el golpe fiero.
Yo veo ya perderse los despojos
y la menbranza de mi bien presente,
y en ciego engaño de esperanza muero.






Ana Molina Gomariz       1ºCTC

AUTOR:
Fernando de Herrera (Sevilla, 1534 - 1597) fue un escritor español del Siglo de Oro, conocido especialmente por su obra poética. Fue apodado «el Divino».
Su poesía parte de la herencia petrarquista, en la que pretende introducir novedades, y él mismo plantea su producción como una profundización con respecto de Garcilaso de la Vega. 
Su obra literaria es relativamente variada, teniendo en cuenta, además, las obras perdidas. Entre sus obras conservadas destacan unas en prosa, como la Relación de la guerra de Chipre y suceso de la batalla naval de Lepanto y el Elogio de la vida y muerte de Tomás Moro, semblanza de su vida con valoraciones de su pensamiento político.
Nació en Sevilla en el seno de una muy humilde familia, y se educó a las órdenes del maestro Pedro Fernández de Castilleja sin obtener, a lo que parece, título académico alguno. En 1572 publica en Sevilla su Relación de la guerra de Chipre y suceso de la batalla naval de Lepanto, en que incluyó su celebérrima Canción en alabança de la Divina Majestad por la victoria del señor don Juan en la batalla de Lepanto. Tras la muerte de su musa en 1578, Herrera se dedicó a corregir y limar los versos nacidos de su amor juvenil.
La poesía de Fernando de Herrera se considera un hito ineludible en la superación del petrarquismo en las letras españolas y, por ahí, un eslabón importantísimo en la evolución de la poesía cultista castellana desde Garcilaso de la Vega a Luis de Góngora. Se han perdido algunas obras juveniles de Herrera, la mayoría de épica culta e inspiradas en Claudiano: La gigantomaquia, El robo de Proserpina, Amadís. También se ha perdido el "poema trágico" de Los amores de Lausino y Corona, que debía cantar las relaciones del poeta con Leonor de Milán. Se conservan menciones a un poema heroico sobre grandes personajes españoles y a otro didáctico sobre "la origen y orden firme de las cosas".
 La simbología lumínica y sus varias coagulaciones metafóricas en sus versos amorosos tiene que ver con el platonismo que acusan; como "claroscuro sentimental" lo califica el hispanista Oreste Macrí. Se trata de un amplio cancionero petrarquista que atraviesa por tres estados: una revelación amorosa que contiene el elogio cortesano y galante de la belleza de la amada; un estadio de fugaz relación humana y, por último, una vuelta de la amada a la inicial tibieza que tiñe el amor del poeta en los colores de la nostalgia: surge el canto a la noche y a la oscuridad y el ubi sunt? Este desengaño le impulsará hacia la poesía moral.  Puede considerarse, en conjunto, por su poesía atormentada y prebarroquista, dentro del Manierismo.

TEMA:
El tema del soneto XIX es la desesperación del poeta al ver que no se puede cumplir su deseo de estar con su amada pues el espera mientras se le pasa la vida y se hace viejo pero ella no llega nunca.
El tema secundario del soneto es la fugacidad de la vida y como el autor en su espera pierde su presencia, es decir, se vuelve viejo como dice el poeta se esconden sus ojos y pierde su bien presente.


ESTRUCTURA EXTERNA:
El poema está formado por catorce versos endecasílabos con rima consonante ABBA, ABBA, CDE, CDE.
·         Del verso 1 al 4: el poeta cuenta como vio unos ojos muy bonitos que lo enamoraron, que vovieron a mirarlo para encender de nuevo su corazón.

·         Del verso 5 al 8: habla de cómo esos ojos prometieron poner remedio a su sufrimiento pero por más esperanza que tubo no lo hicieron.

·         Del verso 9 al 11: el poeta dice que se esconden sus ojos pero que aun lleva el dolor de ese amor en su corazón.

·         Del verso 12 al 14: el poeta se da cuenta que ha vivido en un engaño y que esta muriendo aun con esa esperanza.

ESTRUCTURA INTERNA:
El soneto tiene una estructura climática descendente ya que comienza con gran pasión y acaba en un descenso  y pérdida de esa pasión.
Creo que la pasión es mayor en los cuartetos que en los tercetos.

NIVEL FÓNICO:
La composición del soneto consta de catorce versos endecasílabos divididos en dos cuartetos y dos tercetos con rima consonante ABBA en los cuartetos y CDE en los tercetos.
El ritmo del poema  es tranquilo pero va descendiendo  en intensidad a partir del verso 9, principio del primer terceto.

NIVEL MORFOSINTACTICO:
La oración principal se encuentra en los versos 1 y 2 “yo vi unos bellos ojos que hirieron con dulce flecha un corazón cuitado”. Hay una escasez de conjunciones y los verbos están generalmente en pasado y en presente.
§  Paralelismo: repetición de estructuras  al principio de los cuartetos “yo vi” y de los tercetos “yo veo”.
§  Hipérbaton: alteración del orden de la palabras en los versos  1 “unos bellos ojos” y el 11 “el rendido pecho”.

NIVEL SEMÁNTICO:
El vocabulario es sencillo pero con gran lirismo.
§  Personificación: en el verso 2 “dulce flecha” y en el verso 14 “ciego engaño”.

CONCLUSIÓN:
En este soneto habla de cómo el poeta se enamora al ver los ojos de una dama y como la espera mientras que pasa la viva y a causa de ese engaño por esperanza muere.
El poema se divide en dos cuartetos y dos tercetos con rima consonante entre ellos y formados por versos endecasílabos.
Tiene un vocabulario sencillo pero que tiene gran lirismo y armonía.

OPINIÓN:
El poema me ha gustado porque expresa muy bien los sentimientos del autor en esa situación y como cuenta cómo pasa el tiempo y el sigue teniendo la esperanza, aunque en la primera lectura me ha parecido un poco complejo el vocabulario en los dos tercetos finales.



1 comentario:

  1. Muy bien, un 8. Algunas figuras más. Pasado frente a presente en cuartetos y tercetos.

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