sábado, 26 de enero de 2019

           RELATOS DE FANTASMAS

                                                   CORAZONES PERDIDOS



Esta historia comienza cuando un niño llamado Stephen Elliott queda huérfano a sus once años de edad. 
A los seis meses, va a vivir con su primo Abney. El señor Abney era un sabio en religiones antiguas. Vivía tan embebido en sus estudios que sus vecinos se sorprendieron de que se enterara de que su primo había quedado huérfano.
Stephen se llevaba muy bien con la señora Bunch, la ama de las llaves, que llevaba veinte años trabajando para el señor Abney.
La señora Bunch le contó a Stephen las historias de los niños que había adoptado el señor Abney anteriormente.
Esa misma noche Stephen soñó que, al final del pasillo donde estaba su dormitorio había un baño el cual nunca se usaba, estaba una niña en la bañera, tumbada con las manos en el pecho y una sonrisa pálida, del susto, despertó ante la puerta y volvió a dormir.
Era el primer día de primavera y el señor Abney le dijo a Stephen que a las once de la noche fuese a su despacho, a él le resultó raro. Casi a la hora de tener que ir, miró por la ventana que daba al jardín y encontró a los dos niños de las historias que le había contado la señora Bunch. Después, Stephen fue al despacho, con temor, la puerta estaba cerrada con llave, cuando consiguió abrirla, encontró a su primo muerto, con un agujero negro y profundo en la parte izquierda del pecho a al altura del corazón. 
Años después, la señora Bunch, le envió una carta con el diario del señor Abney, donde ponía que para la vida eterna debía matar a tres niños, el último que le quedaba er a él, Stephen Elliott, los niños, habían vuelto para avisarle de los que pasaría.

Maialen Díaz 1º D

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