martes, 10 de septiembre de 2019


Nos identificamos con nuestras posesiones, nuestras vivencias, nuestras emociones, nuestros pensamientos…
Sin embargo esas posesiones, vivencias, emociones y pensamientos son meras circunstancias que, como las olas del mar, surgen y se desvanecen en cada momento.
Aquello que creemos que nos define es pura ilusión y solamente desapegándonos de ella podremos llegar a nuestra esencia.

Vida

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
José Hierro, publicado en Cuarderno de Nueva York (1998)

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