sábado, 19 de septiembre de 2020

 

Texto Narrativo.

Marta Belmonte Selva 1ºBachillerato C

Es de noche pero no es tarde. Darío miró varias veces si llevaba todo. El móvil, la cartera, las gafas de cerca…la mascarilla, los guantes y el alcohol. La calle es un desierto de farolas, coches aparcados y luces de sirena. Darío camina absorto en sus pensamientos, con más pena que miedo y con una sensación extraña. De repente, la voz de un policía rompe el silencio sepulcral de la noche. El agente le pregunta a Darío cuál es su destino. Él contesta muy despacio: “Voy al sanatorio a cuidar de mi madre”. Nuestro protagonista sigue caminando por la calle donde parece que cada esquina ha sido cerrada con candado.

El sanatorio está repleto de resignación y personas a las que solo se les ve los ojos. Cuesta subir las escaleras con el escalofrío de lo desconocido. Todo es extraño, la enfermedad ha rellenado  todos los momentos del día. A Darío también solo se le ven los ojos, los cuales ahora miran a la cama con una mezcla de ternura y compasión. Apenas cuatro palabras, silencio roto únicamente por el trasiego normal del sanatorio.

Le toca la mano, mira a su alrededor y le coloca la almohada para que esté más cómoda. Darío se sienta en el sillón y se convierte en el espectador de una escena en la que él mismo también es protagonista. Nada se escapa a su mirada, sus pensamientos son un carrusel sin parada anunciada.

Darío es médico y la paciente su madre, enferma de Covid-19.

No hay comentarios:

Publicar un comentario