Inmenso resplandor de hermosura
en vuestra dulce luz se me parece,
y ardiendo en mis entrañas siempre
crece con su fuerza inmortal la
llama pura.
Con alteza y valor vuestra figura
sin igual en mi pecho resplandece
y, pues con ella sufre, bien merece
algún corto favor de su ventura.
Vos toda bella sois y la belleza
ya no puede ser más, y así a mis
ojos
no es justo que hiráis con mayor
fuego.
Que si al pecho mostráis vuestra grandeza,
hecho llama, no puedo dar despojos,
los que pudiera dar quedando ciego.
-Fernando
de Herrera (1534-1597) fue un escritor español del Siglo de Oro, conocido
especialmente por su obra poética. Fue apodado «el Divino». Nació en Sevilla en
el seno de una muy humilde familia, y se educó a las órdenes del maestro Pedro
Fernández de Castilleja sin obtener, a lo que parece, título académico alguno.
Trabó amistad con don Álvaro y doña Leonor de Milán, conde y condesa de Gelves,
llegados a Sevilla en 1559, que, desde muy pronto, se convirtieron en sus
protectores, y esta última en su Musa, la enamorada que aparece aludida en sus
versos como Luz, Estrella, Eliodora, etc. Su poesía parte de la herencia
petrarquista, en la que pretende introducir novedades, y él mismo plantea su
producción como una profundización con respecto de Garcilaso de la Vega. En
este sentido, Herrera es autor de unas Anotaciones a la poesía de Garcilaso
(1580), donde, entre otras cosas, pone de relieve el carácter de imitador de
los clásicos en lengua romance de Garcilaso e historia los distintos géneros
poéticos usados por él. Su obra literaria es relativamente variada, teniendo en
cuenta, además, las obras perdidas. Entre sus obras conservadas destacan unas
en prosa, como la Relación de la guerra de Chipre y suceso de la batalla naval
de Lepanto y el Elogio de la vida y muerte de Tomás Moro, semblanza de su vida
con valoraciones de su pensamiento político. Entre las no conservadas figuran
varios poemas de carácter épico y mitológico como La gigantomaquia, sobre los
titanes; El rapto de Proserpina y Gestas españolas de valerosos.
-El
poema trata de su amor por una mujer y de cómo su amor va aumentando por
momentos, mostrando también como sufre por dicha relación en la que no sabe
como va a resultar parado. Es lo típico de la época, el siglo XVI, se exagera con el amor,
los poetas son persistentes en conseguir a su musa de la que tanto hablan, y
siempre hay cierto grado de “efusividad”, y otro de pesimismo.
· Estructura:
-Externa:
-Consta de 3 partes:
Ø
1ª parte: Consta de un cuarteto en el que habla de cómo la
hermosura de su musa hace que se enamore de ella perdidamente.
Ø
2ª parte: Consta de otro cuarteto, en el que habla de que no
ha sentido nada igual (o por lo menos eso dice) por otra persona, con los versos
“Con alteza y valor vuestra figura sin igual en mi pecho resplandece”. En los
siguientes dos versos cree merecer una oportunidad a su lado y la reclama como
si de un mérito que hubiese hecho tuviese que obtener recompensa.
Ø
3ª parte: La rima con los versos es de ACBACB. Es la
conclusión del poema, no va a dejar de adorar a su amada, ya que está ciego de
amor. La ensalza y no puede decir nada malo de ella, lo tiene totalmente preso.
Aunque teme que puedan arrebatársela, de ahí los versos “y así a mis ojos no es
justo que hiráis con mayor fuego” y “los que pudiera dar (los despojos)
quedando ciego”, y en ese caso no quiere presenciarlo y si es posible ni
saberlo.
-Interna:
-El soneto es climático. Muestra el tema desde el
principio, en el primer cuarteto. Diría que en los dos primeros cuartetos hay
un movimiento descendente, ya que hay un “clímax” alcanzado que expresa de que
va el poema el primer cuarteto, pero cuando realmente aclara sus intenciones es
en los seis últimos versos, en los que expresa su deseo de amarla pero de que
en caso de no ser correspondido, no saberlo. Por eso no se puede decir que haya
un clímax fijo en el poema, si no que mantiene la atención hasta el final
porque no se trata solo de su amor por la persona.
· Nivel fónico:
-El soneto consta de 14 versos endecasílabos, de rima
consonante. Parece ser un ritmo rápido y eufórico en los dos primeros
cuartetos, mostrando estructura similar, y en el resto más pausado y tranquilo.
Parece romperse algo el ritmo en ese cambio de una cierta efusividad a un tono
más sereno, como poniendo los pies un poco en la tierra. Ahí vuelve a resaltar
la idea principal, que es la descripción del amor de su amada.
· Nivel morfosintáctico:
-No creo que haya una oración principal, todas se
complementan para hacer un poema completo y poder expresar lo que el poeta
quiere, no sobresale ninguna que lo diga. Sin embargo, si hay tuviese que
hablar de lo que sobresale y da una idea del soneto es el primer cuarteto en
sí, ningún verso sobresale de él, pero juntos tienen un sentido que le da al
poema el tema principal. Los dos primeros cuartetos indican acciones
simultáneas. Los tiempos más empleados son el presente de indicativo, y el
presente de subjuntivo con el verbo “pudiera”. El poeta muestra una supuesta
hermosura y belleza de su amada idílica, lo deseado por todo hombre, lo que
parece hacerlo fugaz y no tiene afianzado ese amor lo que le hace sufrir. Se
produce una anáfora en el último verso del primer cuarteto y el primer verso
del segundo cuarteto, ambos empiezan con la palabra “con”. Se producen varios
hipérbaton por ejemplo en el primer cuarteto con “Inmenso resplandor; dulce
luz”, en el segundo cuarteto con “corto favor”, y en el resto de versos con “mayor
fuego”.
· Nivel semántico:
-Tiene un vocabulario natural. Podría haberlo leído la
mayoría de la gente (que supiese leer), aunque considerando que en esa época
los que sabían eran los nobles, no entiendo porqué no lo hizo con un lenguaje
más culto, tal vez tenía la esperanza de que alguna vez cambiasen las cosas y
lo pudiese leer todo el mundo sin independencia de cuanto dinero tuviesen o de
la clase social a la que pertenecieran. Constan diversos recursos literarios:
-Metáfora: Cuando dice “pecho” se refiere al corazón.
Cuando dice “con mayor fuego” se refiere a con un daño mayor.
-Símil: Cuando se refiere a la “llama pura”, se refiere
al amor en sí.
· Conclusión:
-El autor ha quedado enamorado de una dama a la que
califica de una belleza despampanante y que le tiene sumiso. Él cree que esta
“sumisión” y las pruebas de amor merecen recompensa por parte de su musa, en
forma de cita, o de un simple sí. Además advierte de que si alguna vez, ella no
le quiere y desea a otro hombre, que no quiere ver la situación. Como todo tipo
de poemas de esta época, el poeta muestra sumisión total a su amada.
· Opinión:
-Es un poema que me ha gustado porque es de la misma
casta que los de Garcilaso de la Vega, y muestra la opinión tan exagerada de la
época de darlo todo por un amor que puede que ni si quiera sea correspondido, y
bueno, a parte de ser un poco de tonto, también es de persona fiel a un
sentimiento o a una persona, de quererla hasta el punto de estar ahí siempre,
lo cuál lo hace honorable. Supongo que es como todo, al final se cansará, pero
queda la muestra reflejada en los poemas de que lo intentó y fue persistente, y
que por lo tanto puso todo de su parte y si no funcionó, no fue por culpa suya.
Al principio parece un poema simple que solo dice palabras “bonitas”, pero
cuando se examina, llegas a comprender los sentimientos en ese momento del
autor y de lo que quiere transmitir el poema.
Carlos Montoya Fernández 1º BACH CTC
Muy bien, un 9. Bastante completo.
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