ESTAMOS TRABAJANDO EL "CANTAR DEL CID" EN 1º
DE BACHILLERATO. LOS ALUMNOS HAN HECHO UN
PEQUEÑO ESTUDIO DE DISTINTOS ASPECTOS DE
ESTA OBRA FUNDAMENTAL DE LA LITERATURA
ESPAÑOLA. AQUÍ OS DEJO UNA MUESTRA:
El camino del cid
El Cid es uno de los grandes mitos
literarios españoles, el personaje literario está basado en un
personaje histórico: Rodrigo Díaz, un guerrero castellano que vivió en el siglo
XI.
La trascendencia del
Cantar de mío Cid fue tan grande que durante mucho tiempo se creyó que lo que
contaba el poema había sucedido en realidad. Y así, muchos viajeros desde el
siglo XIX, comenzaron a seguir las huellas del Cid utilizando como guía el
Cantar de mío Cid y fundiendo, de nuevo, la realidad con la leyenda.
EL DESTIERRO
Estatua del Cid, en Vivar del Cid (Burgos): desde aquí partió Rodrigo
hacia el destierro, según cuenta el Cantar, "con lágrimas en los
ojos" El Cid fue en vida un guerrero temido y un poderoso señor de la
guerra con grandes aptitudes como estratega y como diplomático. Los apodos por
los que es conocido los obtuvo por méritos propios: "Cid" proviene
del árabe y quiere decir "señor"
Esta primera parte de la
ruta del Camino del Cid cubre el viaje que realizó el famoso caballero desde
Vivar del Cid (Burgos) hasta la villa de Atienza (Guadalajara).
TIERRAS
DE FRONTERA
el Camino del Cid
prosigue por los puntos que entonces delimitaban la frontera entre los dominios
musulmanes y cristianos. Un territorio donde comenzó a forjar su leyenda
guerrera el Cid Campeador. Comienza en Atienza (Guadalajara) y finaliza en
Ateca (Zaragoza). Cuenta, además, un ramal que conduce de Villaseca de Henares
hasta la ciudad de Guadalajara.
LAS
TRES TAIFAS
El Cid logró
reunir un ejército numeroso y fuerte, que se movía libremente por la zona de
las taifas (reinos árabes) de Toledo, Zaragoza y Albarracín. El tercer tramo
del Camino del Cid discurre entre las localidades de Ateca (Zaragoza) y Cella
(Teruel), por las poblaciones que antiguamente quedaban enmarcadas en esos
territorios.
LA
CONQUISTA DE VALENCIA
Según el Cantar
del Mío Cid, Cella fue el lugar elegido por el famoso caballero para reunir un
ejército con el que conquistar la ciudad de Valencia. Este cuarto tramo del
Camino del Cid recrea aquella aventura que comenzó en Cella (Teruel) y finalizó
con la toma de Valencia.
LA DEFENSA DEL SUR
El quinto
tramo de la ruta del Camino del Cid nos muestra los castillos y fortalezas
levantadas por el Cid para defender el territorio conquistado en Valencia de
los ataques almorávides. Un recorrido que nos llevará de la ciudad de Valencia
a Orihuela, el punto más al sur hasta donde se extendió la influencia del
célebre caballero medieval.
Cintia, 1º
Bach.
MÉTRICA Y ESTILO DEL CANTAR DEL MÍO
CID
El Cantar
del Mío Cid es un Cantar de Gesta anónimo, el más antiguo conservado casi
íntegramente. Narra las hazañas en los últimos años de vida de Rodrigo Díaz, el
Cid Campeador, desde el momento en que cae en desgracia ante Alfonso VI hasta
su muerte, pasando por sus momentos de mayor gloria. La versión conservada se
cree que fue compuesta alrededor del año 1200. El cantar se divide en tres
partes: 1º Cantar del destierro, 2º Cantar de las bodas y el 3º Cantar de la
afrenta de Corpes. Métrica En el cantar los versos son irregulares, oscilan
entre los 10 y 20 sílabas, aunque predominan los versos con 13,14 y 15 sílabas
con hemistiquios de 6,7 y 8 sílabas, es decir, que el verso se divide en dos
partes por una pausa en el centro . Los hemistiquios son casi siempre
combinados de esta manera : 7+6 o 7+7 o 7+8. Los versos están agrupados por
tiradas que hablan sobre una misma idea o un mismo tema y las cuales tienen una
asonancia más o menos continua, es decir que mientras transcurren los versos la
asonancia es más o menos igual. Suele cambiar cuando cambia la narración.
(Algunos investigadores indican que se acentúa dos veces por hemistiquio)
"Yo ruego
a Dios e al Padre spirital,
vos, que por mi dexades casas y heredades,
enantes que
yo muera algun bien vos pueda far,
lo que perdedes doblado vos lo cobrar."
Estilo
• El cantar se transmitía oralmente por
juglares. • En muchos versos del cantar no hay narrador omnisciente, pero la
narración la hace un personaje que ve lo que él mismo narra. • En el cantar se
utilizan epítetos que facilitan al oyente las características de los personajes
a los que se refiere por ejemplo: "Cid Campeador, el de la luenga
barba...". • También se utiliza el estilo indirecto el cual da realismo.
En ocasiones predominaban expresiones de los juglares para captar la atención
del público como: "vos diré..." • Las figuras retóricas no son
complejas y ayudan a aumentar el dramatismo. • El cantar tiene cierta
importancia ya que, los personas y los lugares se pueden conocer en la historia
y geografía. • Tiene un tono épico, las acciones que hace el Cid son comunes en
un héroe, que defiende su honor y es presentado como una persona con muchas
virtudes.
Carmen, 1º Bach.
DIFERENCIAS ENTRE EL CID HISTÓRICO Y EL CID LITERARIO
-¿QUIEN ERA EL CID?
El famoso Cid
Campeador fue Rodrigo Díaz de Vivar, caballero castellano leal a la corona de
Castilla. Se ganó el título de Cid Campeador debido a sus numerosas victorias
en combate, además se hizo con el dominio de su propia mesnada, conquistó
Valencia y estableció allí un señorío independiente hasta el día de su muerte.
-EL CID HISTÓRICO
Rodrigo Díaz nació en Vivar una aldea de Burgos y la fecha de su nacimiento es
desconocida. Era hijo de Diego Laínez, que destacó durante la guerra con
Navarra librada en 1054, reinando Fernando I de Castilla y León. Rodrigo se
crió como miembro del séquito del infante don Sancho, el primogénito del rey.
Fue éste quien lo nombró caballero y con el que acudió al que posiblemente sería
su primer combate, la batalla de Graus en 1063.
La imprevista muerte de Sancho II hizo pasar el trono a su
hermano Alfonso, que regresó rápidamente de Toledo para ocuparlo. Rodrigo no
dudó en prestar juramento al hermano de éste, Alfonso VI, de no haber
participado en dicha muerte, como requisito para alcanzar la corona de Castilla
y éste le entregó como esposa a una prima suya, Jimena Díaz. En 1079, Don Rodrigo
fue enviado a Sevilla para cobrar las parias – tributo en razón del vasallaje
que, anualmente, ese reino de taifa pagaba al rey castellano. Tuvo un
enfrentamiento con un noble burgalés, quien, al regresar a Toledo, acusó al Cid
de haberse apropiado de gran parte de los impuestos cobrados al rey al-Mu’tamid
(1068-1091), lo que no era cierto. Sin embargo, sin recibir un juicio
esclarecedor, el monarca castellano le desterró. El Cid, entonces, deja a su
esposa en el monasterio de San Pedro de Cardeña, y se marcha en compañía de
otros caballeros La imprevista muerte de Sancho II hizo pasar el trono a su
hermano Alfonso, que regresó rápidamente de Toledo para ocuparlo. Rodrigo no
dudó en prestar juramento al hermano de éste, Alfonso VI, de no haber participado
en dicha muerte, como requisito para alcanzar la corona de Castilla y éste le
entregó como esposa a una prima suya, Jimena Díaz. En 1079, Don Rodrigo fue
enviado a Sevilla para cobrar las parias – tributo en razón del vasallaje que,
anualmente, ese reino de taifa pagaba al rey castellano. Tuvo un enfrentamiento
con un noble burgalés, quien, al regresar a Toledo, acusó al Cid de haberse
apropiado de gran parte de los impuestos cobrados al rey al-Mu’tamid
(1068-1091), lo que no era cierto. Sin embargo, sin recibir un juicio
esclarecedor, el monarca castellano le desterró. El Cid, entonces, deja a su
esposa en el monasterio de San Pedro de Cardeña, y se marcha en compañía de
otros caballeros castellanos afines con sus correspondientes mesnadas. Después
de haber sido rechazado en Barcelona, encontró el respaldo necesario en el
reino taifa de Zaragoza, poniéndose al servicio del rey Ahmad I (1046- 1082),
de la dinastía Hud, junto al cual combatió contra el Conde de Barcelona
Berenguer Ramón II, el Fratricida (1082-1096), a quien venció e hizo prisionero
en dos ocasiones (Almenara, 1082; y Tévar, 1090). El Campeador limitó sus
planes a seguir cobrando los tributos valencianos y a controlar algunas
fortalezas estratégicas que le permitiesen dominar el territorio, reedificó en
1092 el castillo de Peña Cadiella donde situó su base de operaciones No
obstante, volvió al Levante y, como primera medida, puso cerco al castillo de
Cebolla en noviembre de 1092. Se convirtió en el señor de Valencia, le imputó a
la ciudad un estatuto de justicia equilibrado, restauró la religión cristiana y
al mismo tiempo renovó la mezquita de los musulmanes, convirtiéndola en una
catedral, se rodeó de una corte de cristianos, árabes y gentes eminentes en el
mundo de las leyes. A finales de 1097 el Campeador ganó Almenara y el 24 de
junio de 1098 logró ocupar la poderosa plaza de Murviedro, que reforzaba
notablemente su dominio del Levante. Sería su última conquista, pues apenas un
año después, posiblemente en mayo de 1099, el Cid moría en Valencia de muerte
natural, cuando aún no contaba con cincuenta y cinco años (edad normal en una
época de baja esperanza de vida).Aunque la situación de los ocupantes
cristianos era muy complicada, aún consiguieron resistir dos años más, bajo el
gobierno de doña Jimena, hasta que el avance almorávide se hizo imparable. A
principios de mayo de 1102, con la ayuda de Alfonso VI, abandonaron Valencia la
familia y la gente del Campeador, llevando consigo sus restos, que serían
inhumados en el monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña. Acababa así la
vida de uno de los más notables personajes de su tiempo, pero ya entonces había
comenzado la leyenda.
-EL CID LITERARIO La figura histórica de Rodrigo Díaz de
Vivar se convirtió en personaje literario en los mismos orígenes de la épica
castellana. Aparece por primera vez en el llamado Cantar de Mío Cid,
protagonizando una serie de hechos durante el reinado de Alfonso VI de
Castilla. La proximidad en el tiempo y en el espacio a estos sucesos permitió
al autor anónimo del poema presentar con gran fidelidad histórica la
personalidad del héroe. Rodrigo es prototipo de vasallo fiel y sumiso a la
voluntad del rey y al mismo tiempo un hombre enmarcado en el ambiente familiar,
social y político de su época. Como guerrero lleva a cabo las mayores hazañas y
como hombre de corte vela por el exacto cumplimiento de las normas jurídicas de
su tiempo. Destaca sobre todo la dimensión humana del héroe, que acentúa el
verismo del Cantar. El autor resalta en todo momento la humanidad del cid, su
elevado concepto de la honra y del vasallaje y su proverbial mesura. Es un
héroe equilibrado y sereno, grave y reposado, profundamente religioso, guerrero
aventajado y excepcional sin salirse nunca de la medida humana. En ese sentido
contrasta fuertemente con la idealización de los personajes de la épica
francesa. Otros cantares de gesta más tardíos vuelven a tratar el tema cidiano.
El Cantar de Fernando I, el Cantar de Sancho II y el Cantar del Cerco de
Zamora, conocidos gracias a las prosificaciones de las crónicas, lo hacen de
forma marginal, mientras que el llamado Cantar de las Mocedades del Cid, vuelve
a tener a Rodrigo como protagonista. Este poema se aleja del verismo del viejo
Cantar e introduce numerosos elementos de fantasía. En él aparece por primera
vez el conflicto dramático entre Jimena y el cid, responsable de la muerte del
padre de su futura esposa. El Romancero hace de las acciones del cid uno de sus
temas favoritos. Los romances que tratan sobre este personaje son muy numerosos
y la crítica los divide en tres grupos: romances de las mocedades de Rodrigo,
del cerco de Zamora y del destierro. En general dan una visión del héroe
bastante novelesca e idealizada, en la línea del Cantar de las Mocedades del
Cid. Los que tratan del cid joven presentan un personaje altanero y soberbio
que nada tiene que ver con el «mesurado» caballero del primer Cantar. No
termina con la Edad Media la fortuna literaria del cid .El teatro español del
Siglo de Oro, que tantas veces se inspiró en la tradición épica, lo tendrá
presente en varias obras; así en la Comedia del Cerco de Zamora, de Juan de la
Cueva y sobre todo en Las Mocedades del Cid de Guillén de Castro (1569-1631).
Aunque el final es feliz, el nudo de esta comedia lo constituye la tensión
dramática entre el amor y el deber del cid y de Jimena, envueltos en un
conflicto de honor por la muerte, a manos de Rodrigo, del padre de aquella. En
esta obra, Guillén de Castro lleva a cabo una verdadera dramatización de la
materia épica, pues se inspira directamente en los romances. El mismo autor
escribió después otra comedia, Las hazañas del Cid, inferior a las Mocedades.
De ésta arranca la comedia del francés Corneille, Le Cid, que elimina bastantes
episodios de la de Guillén de Castro; falta asimismo el ambiente épico, rico en
lances, de la obra española. La literatura del s. XVIII apenas si repara en la
tradición épica popular, si bien en el caso del cid la excepción es el poema de
Nicolás Fernández de Moratín, Fiesta de toros en Madrid, en el que describe el
valor y la gallardía del héroe al alancear un toro ante los sorprendidos ojos
de los moros. Con el Romanticismo, la figura del cid adquiere mayor
significación literaria, tanto en obras de creación como en estudios críticos
sobre el personaje. La crítica romántica acentúa el carácter popular de la
épica española y resalta de nuevo el valor del Cantar y del Romancero del Cid.
En España tratan el tema autores como Zorrilla, Hartzenbusch y posteriormente
Fernández y González (1821-88) y Eduardo Marquina, cuya obra, Las hijas del Cid
se inspira directamente en el Cantar. En la literatura extranjera cabe citar,
entre otros autores, a Victor Hugo, Leconte de Lisle (1818-94) y José María de
Heredia, que escribieron poemas sobre el Cid, y a Delavigne (1793-1843), autor
de la tragedia Las hijas del Cid.
-DIFERENCIAS A pesar de que el Cid es un personaje histórico
real, en el Cantar está divinizado. Por lo tanto entre su vida y el Cantar del
Mío Cid hay grandes diferencias. Y estas diferencias no hacen más que engrandecer
a la persona del Cid.
-OPINIÓN Para algunos el cid puede llegar a ser un símbolo
nacional en España, pero a mí me enseña cómo a pesar de tener a mucha gente en
su contra supo vencer los obstáculos que se le ponían por el camino y se volvió
un héroe. Es uno de los grandes personajes de su época.
Sandra, 1º Bach
PAPEL DE LAS MUJERES EN EL CANTAR DEL CID
Las mujeres que desempeñan un papel en la obra son tres:
-Doña Jimena, mujer del Cid
-Doña Sol y doña Elvira, hijas del Cid
Como todo está centrado en la figura del Cid, las
mujeres tienen una función accesoria y son funcionales a los objetivos del
protagonista y del poeta. El héroe, a través de las hijas, logra obtener una
posición económica y social mejor; el cantor se sirve de los personajes
femeninos para enaltecer la figura del protagonista.
El autor nos enseña los aspectos domésticos y
familiares de la vida del héroe para subrayar su humanidad. No es casual que la
acción central consista en el primer casamiento de sus hijas, que causará la
venganza del Cid y nuevas bodas más ventajosas. Estos aspectos sirven también
para crear una impresión de verosimilitud a nivel humano, que se relaciona con
el concepto de “historicidad”. El poeta juega con las emociones para
conmovernos y hacernos participar, llevándonos a una identificación emocional
con los personajes. Por esto, las primeras bodas, la afrenta de Corpes, el
juicio y los duelos (que casi van formando un clímax) representan el núcleo
dramático de la historia.
Muchas veces se cuentan los acontecimientos a
través de los ojos de doña Jimena y de sus hijas (por ej. la entrada en
Valencia). Se utiliza este artificio para subrayar momentos de gran dulzura y
poesía, delicados y sugestivos, pero también porque los ojos de las mujeres son
más sensibles y por esto todo se hace más grande, aun (y sobre todo) la figura
del Cid. Además, las tres mujeres se impresionan mucho porque ven por primera
vez una ciudad mora y, sobre todo, el mar, que para ellas tiene un valor
exótico: esto nos da la idea de la imposibilidad para las mujeres medievales de
moverse y viajar. En particular, al entrar en Valencia, los ojos tienen también
otro valor: son los primeros ojos de mujeres cristianas que los hombres de la
ciudad mora ven después de mucho tiempo.
Doña Jimena
Todos los gestos del Cid hacia su familia, aun los
más naturales, son enfatizados: así el hecho de que él deje toda su ganancia a
la mujer antes de irse al exilio es considerado como un gesto de gran merced.
Jimena, en este sentido, desempeña un papel muy importante, sobre todo con su
conmovedora plegaria en la iglesia antes de que el Cid se marche. En su
“Credo”, Jimena relaciona nuestro héroe con un ángel y coloca toda su acción en
un plano universal, deseado por Dios y enaltece su figura a nivel sagrado.
Las hijas
También doña Elvira y doña Sol son utilizadas muy
bien por el poeta, en su intención de subrayar las calidades humanas del
protagonista. Las dos hijas son obedientes y son consideradas “peones en la
lucha para el poder”. El Cid siente por ellas la ternura de un padre, pero las
mueve como juguetes en el tablero de la guerra, como cualquier señor medieval
hacía con sus mujeres.
Y en esto el Cid no tiene ninguna actitud especial o sagrada. Esto se
puede ver muy claramente en las bodas de doña Elvira y doña Sol:
· Sobre ambas bodas, el padre expresa dudas, no por
la posible infelicidad de las hijas, sino porque hay diferencias sociales
(el Cid pertenece a los
infanzones, la categoría más baja de la nobleza)
· La ofensa de Corpes es considerada más como un
daño económico y social del Cid que de las hijas, a pesar de que hayan sido
físicamente maltratadas y abandonada por los maridos.
· Las segundas bodas se valoran sólo por la
posición social, sin considerar la felicidad de las hijas y el fracaso de las
primeras bodas, que fueron decididas de la misma manera.
Los primeros maridos tratan a Elvira y a Sol como
objetos, ya que son socialmente inferiores y los maridos se sienten autorizados
a maltratarlas. No las matan, pero les dejan cicatrices como signo perpetuo de
la ignominia, como si fueran criminales. El Cid no se desespera por esta
ofensa, porque ve la posibilidad de venganza y de mejores bodas. El interés
económico y social está por encima de todo y las mujeres son objetos sin valor,
juguetes en las manos de una sociedad de carácter fuertemente “machista”.
En definitiva, las mujeres en el Poema de mio Cid
son prototipos femeninos típicos del Medioevo: son pasivas, raras veces tienen
voluntad propia y siempre tienen que obedecer a su señor.
Actualmente parece que hemos avanzado mucho, o eso es lo que se quiere
hacer ver ya que hemos salido de una época en que la mujer no tenía derecho ni si
quiera a trabajar, y por fin se ha incorporado al mercado laboral. Pensamos que
es suficiente con haber llegado hasta aquí ya que aparentemente es un signo de
igualdad pero nos encontramos con más obstáculos como por ejemplo que nuestro
salario sea menor que el de nuestros compañeros. El machismo se encuentra
presente también en la publicidad asignando una serie de tareas por el género
del que se trate, y lo peor de todo ya no es un simple anuncio ,si no a quien
le asociamos estos papeles en nuestra vida diaria. En definitiva ser hombre o
ser mujer no lleva consigo unas características predeterminadas que cada género
deba cumplir, o unas etiquetas de cómo debemos ser, en sociedad deberíamos
ascender por nuestros méritos y partir de una base igualitaria para ambos
géneros.
María G., 1º Bach.
LOS
ENEMIGOS DEL CID
En este trabajo voy a hablar y a describir un
poco cuales fueron los enemigos del cid.
Principalmente nombra a cuatro personas o grupos
que son los enemigos del cid 4,los cuales son:
*Garcí Ordoñez
*Los infantes de Carrión
*Conde de Barcelona
*Los Árabes
*Otros
GARCÍ ORDOÑEZ
También conocido como García Ordoñez , este aparece como enemigo
principal
del Cid. Garcí Ordoñez siempre se mostraba receloso por el incremento de
poder del Cid. Ordoñez no soporta el aprecio de Alfonso VI hacia el Cid
y a raíz de
ello Garcí Ordoñez busca siempre el mal. Es uno de los provocadores del destierro.
*El conde de Nájera
*"Conde don García"
*Aristócrata
*Quiere deshonrar al Cid ante el rey
LOS INFANTES DE
CARRIÓN
Fernán González y Diego González. Eran más nobles que ricos, ambos
tienen
gran influencia en la corte y no simpatizan con el Cid. Los infantes de
Carrión son parientes de García Ordóñez .
En la primera intervención en la que los infantes de Carrión aparecen en
el
cantar se nos presentan como ambiciosos6 ,desaprensivos, clasistas e intrigantes.
*Codiciosos, traicioneros y cobardes.
*Representan los valores opuestos a los amigos del Cid.
*Se casan con los hijos del Cid.
ALFONSO VI
-Destierra al Cid de su reino de Castilla.
-Manda que las hijas del Cid se casen con los Infantes de Carrión.
RAMÓN BERENGUER II
-El
conde de Barcelona.
-El
Cid le cautiva.
REY YUSUF
-El
rey de Marruecos.
-Ataca la ciudad de Valencia.
REY TAMÍN
-Rey de Valencia.
-Ataca al Cid , porque el invade una de sus ciudades.
GONZALO ANSÚREZ
-Padre de los infantes de Carrión.
ÁLVAR DÍAZ
-Aliado con García Ordoñez
MARTA, 1ºBAC.
CARACTERIZACIÓN DE
JUDÍOS, ÁRABES Y CRISTIANOS EN EL CANTAR DEL MIO CID
Los judíos→
•
La participación de los judíos en esta obra está muy poco valorada ya que su
presencia en el verso es muy irrelevante. Pero gracias a pequeños datos que nos
aporta la obra podemos saber algunos datos de estos en esta época.
•
Los judíos llegaron a España con la invasión mora y se establecieron en
diferentes partes del sur de España.
•
Durante el reinado de Abderramán I, tuvieron una participación en la vida
cultural, política y pública. Además estos tuvieron una gran actividad
económica importante.
•
Los judíos aprovecharon las facilidades del comercio y se beneficiaron por el
Camino de Santiago el cual era conocido como el camino de los judíos.
Los árabes →
• La
obra de la literatura española que cuenta las historias del héroe castellano,
fue escrita por un poeta árabe según opinan academias españolas. Hay un pacto
entre ellos confirman algunas personas en el cual el poeta escribe la obra para
inmortalizar al Cid y este se compromete a respetar las creencias musulmanas de
Valencia.
•
Estos son claramente enemigos del Cid en la obra, contra ellos, tiene dos
objetivos: Conseguir botín para mantener a su hueste y hechos gloriosos para
recuperar su honra. Se enfrenta el Cid a los árabes en varias ocasiones como
por ejemplo en la toma de Castejón, la toma de Alcocer o la toma de Valencia…
•
Su célebre espada llamada Tizona era propiedad del rey Bucar que se la arrebató
en la defensa de Valencia y su el caballo del Cid, Babieca, también lo gana en
lucha contra los árabes pero se desconoce cuándo fue.
•
En la historia real, señores árabes fueron servidos en más de una ocasión por
el Cid y se destacan los servicios a la taifa de Toledo.
Los cristianos →
• La religión católica es la destaca
principalmente en esta obra.
• Creían en la vida eterna después de
la muerte en el paraíso o cielo.
• Se menciona a Dios como creador y
padre glorioso, rey de reyes.
• Había un conflicto entre los árabes
y ellos.
• El Cid y los españoles eran muy
fieles al cristianismo pero a pesar de su gran fidelidad tenían agüeros.
Alberto, 1º Bach.
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