martes, 15 de octubre de 2013

LOS SUBGÉNEROS NARRATIVOS

Leyendas

Los ojos verdes ( Gustavo Adolfo Béquer) 

Los ojos verdes es uno de los cuentos que provienen del libro de leyendas escrito en 1861 por Gustavo Adolfo Bécquer. Trata sobre los espíritus femeninos de las aguas, los dos terribles demonios del Moncayo que toman forma de mujeres y una de ellas tiene los ojos verdes, aunque uno de los demonios no aparece en la leyenda.
Un día, Fernando yendo de cacería, acierta a un ciervo que a pesar de haber sido alcanzado por la flecha fue capaz de escapar y adentrarse en el bosque, un lugar que se decía que era maldito, la fuente de los Álamos, del que se dice que habita un espíritu maligno que lo “protegía”, prohibiendo la entrada a todo ser y castigando a aquellos que osasen pasar. Fernando a pesar de conocer aquella leyenda fue tras su presa y en aquella fuente maldita divisó unos preciosos ojos verdes. Pero desde entonces su comportamiento cambió. Iba todos los días de caza solo pero nunca traía nada consigo. En cuanto se enteró su siervo Iñigo de lo ocurrido aquel día de cacería éste le advirtió del peligro al que se estaba exponiendo, pero a pesar de eso Fernando no le escuchó, sentía la necesidad de volver a encontrarse con aquella joven y sus hechizadores ojos verdes. Otro día en que Fernando volvió a emprender su camino para ver a la dueña de esos ojos verdes y al llegar a la fuente empezó a entablar conversación con ella con el fin de averiguar quién era. Al cabo de un rato le confesó su amor y ésta le propuso estar juntos, pero para ello él tendría que entrar en la fuente, éste se dispuso a entrar y darle un beso, pero justo en ese momento, resbaló y se ahogó en el fondo del lago.


Cuentos

El Conde Lucanor

El conde Lucanor es una obra narrativa de la literatura española medieval escrita entre 1330 y 1335 por el infante Don Juan Manuel. Su título completo y original en castellano medieval es Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio.
El propósito didáctico y moral es la marca del libro. El conde Lucanor empieza la conversación con su consejero Patronio planteándole un problema  y solicita consejo para resolverlo. Patronio siempre responde con gran humildad, asegurando no ser necesario dar consejo a una persona tan ilustre como el conde, pero ofreciéndose a contarle una historia de la que este podrá extraer una enseñanza para resolver su problema.




Patronio, un hombre vino a pedirme que le ayudara en un asunto en que me necesitaba, prometiéndome que él haría por mí cuanto me fuera más provechoso y de mayor honra. Yo le empecé a ayudar en todo lo que pude. Sin haber logrado aún lo que pretendía, pero pensando él que el asunto estaba ya solucionado, le pedí que me ayudara en una cosa que me convenía mucho, pero se excusó. Luego volví a pedirle su ayuda, y nuevamente se negó, con un pretexto; y así hizo en todo lo que le pedí. Pero aún no ha logrado lo que pretendía, ni lo podrá conseguir si yo no le ayudo. Por la confianza que tengo en vos y en vuestra inteligencia, os ruego que me aconsejéis lo que deba hacer.
-Señor conde -dijo Patronio-, para que en este asunto hagáis lo que se debe, mucho me gustaría que supierais lo que ocurrió a un deán de Santiago con don Illán, el mago que vivía en Toledo.

Aarón Vacárcel López 1ºCTC

1 comentario:

  1. Muy bien, Aarón. Dos subgéneros narrativos en prosa. El cuento de "El Conde Lucanor" está incompleto; es uno de las historias más interesantes del libro, sobre todo por el uso que hace del tiempo externo e interno. Muy recomendable su lectura.

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