jueves, 8 de noviembre de 2018


                   El Minotauro




La leyenda del Minotauro comienza con Minos, hijo de Zeus y gobernante de Creta junto a su mujer Pasífae, madre de el minotauro. El rey Minos siempre presumía de tener el favor de los dioses, y para demostrarlo, le pidió a los dioses algo único, que no pudiera tener nadie más. Poseidón escuchó sus plegarias, y del mar emergió un majestuoso toro blanco. Minos quedo fascinado por el precioso toro blanco, pero el dios le ordenó que lo sacrificara en su honor. El monarca estaba tan encantado con el toro que no pudo sacrificarlo, así que sacrificó otro pensando que Poseidón no notaría la diferencia, pero la notó. Enfurecido, Poseidón buscó a Afrodita, diosa de la belleza, para pedir que maldijera a Minos. Esta aceptó sin pensarlo dos veces y maldijo a Pasífae, que sintió un irrefrenable deseo carnal hacia el toro blanco. La reina, incapaz de calmar sus deseos acudió al arquitecto y constructor Dédalo, que junto a su hijo Ícaro construyó una vaca de madera y la cubrió con piel de vaca real. Dentro de ella estaba Pasífae, quien fue empujada por Dédalo hasta el pasto donde consumó con el majestuoso toro de Creta. Pasífae quedó embarazada y cuando nació su hijo, con cabeza de toro y cuerpo de humano, Minos mando castigar a Dédalo y a su hijo por ayudar a Pasífae, aunque a ella no pudo hacerle nada. Pasífae quiso criar al engendro pero al crecer se volvió muy agresivo. A sí que Minos mandó construir un laberinto para encerrarlo.
Durante la construcción del laberinto, Minos descubrió que su único hijo humano había sido asesinado a manos de los atenienses. El rey entró en cólera y navegó hasta Atenas para cobrarse venganza. Al ganar la batalla ordenó mandar un tributo de siete doncellas y siete jóvenes cada año al laberinto del minotauro para calmar su hambre.  Un día, el joven Teseo se harto de los tributos, así que decidió viajar como tributo para matar al minotauro. Le prometió a su padre que si moría en el intento el barco volvería con velas negras, pero si lo lograba, las velas serían blancas. Al llegar a Creta una mujer llamada Ariadna se enamoró de Teseo, y le regalo un ovillo y una espada. Teseo ató un extremo del ovillo a la entrada del laberinto y el otro se lo ató al tobillo. Cuando llegó hasta el Minotauro lo mató al ver que estaba durmiendo. Después de matar a la bestia busco a lo otros tributos y volvieron a Atenas. Antes de volver, Teseo, raptó a la hermana de Ariadna, Fedra, y la llevó con sigo. Pero al volver, Teseo, cometió un grave error, olvidó cambiar las velas, y, al verlas de color negro, el padre de Teseo se suicidó pensando que su hijo había muerto. FIN.
Marcelo, 1ºC.

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